ADIVINANZAS EDUCATIVAS SOBRE EL CUERPO HUMANO , LA NATURALEZA, LOS LIBROS, E INSTRUMENTOS MUSICALES.

Posted by renegarcia on 30 Septiembre, 2006 19:00

lAS ADIVINANZAS TIENEN UN GRAN VALOR EDUCATIVO, QUE ES NECESARIO POTENCIAR.

ADJUNTO UNA SERIE DE ADIVINANZAS QUE TIENEN SENTIDO EDUCATIVO SOBRE TODO EN LOS GRADOS MENORES.

PROF. RENE VIDAL.

 

ADIVINANZAS DE INSTRUMENTOS MUSICALES

¡Piensa un poco!


Tengo un sonido tan suave,
que íngeles tocan en mí­;
mis cuerdas acompaсaron
los salmos del rey David.
(El arpa)

Soy bella, soy muy fuerte;
cuando hablo todos me oyen
y tengo un solo diente 
que muevo constantemente
(La campana)


Una vieja con un diente
que llama a toda la gente.
(La campana)

Dama con pendiente
que toca deprisa 
para que la gente
no pierda la misa.
(La campana)


Entre pared y pared 
hay una santa mujer
que con el diente
llama a la gente,
con las muelas
a las mozuelas,
con los colmillos 
a los chiquillos.
(La campana)

Con su gran boca
y un solo diente 
desde lo alto 
llama a la gente.
(La campana)


La habrís oí­do tocar,
piensa, medita, recuerda,
Ñ—qué instrumento musical 
no tiene mбs que una cuerda?
(La campana)

Buenas y sonoras 
cuerdas tengo;
cuando me rascan, 
a la gente entretengo.
(La guitarra)


Puedo ser alegre o triste, 
según quien me toque esté:
con que me rasgues las cuerdas, 
buen sonido emitiré.
(La guitarra)

Me rascan continuamente
de forma muy placentera,
mi voz es muy bien timbrada
y mi cuerpo de madera.
( La guitarra)


A pesar de no ser buque
tengo cuerdas y ataví­os,
también tengo un regio puente, 
pero nunca he visto un rнo.
(La guitarra)

 


Brazos con brazos, 
panza con panza, 
rascando en medio, 
surge la danza. 
(La guitarra)

Una niсa tontiloca,
con la boca en la barriga, 
y las tripas en la boca.
(La guitarra)


Instrumento musical,
jaranero y redondico,
que todos saben tocar
del virtuoso al borrico
y que resulta esencial 
si cantas un villancico.
(La pandereta)

Cien amigos tengo,
todos en una tabla,
si yo no los toco,
ellos no me hablan
(El piano)


En una larga abertura 
tengo yo mi dentadura
y luego que empiezo a hablar,
todas mis piezas se mueven 
sin poderlas yo parar.
(El piano) 

Se toca con dos palillos,
sale siempre en la procesión
y es un instrumento de percusión.
(El tambor)


Sobre una piel bien tensada,
dos bailarines saltaban.
(El tambor)

Mis caras redondas,
 y qué estiradas son!
a fuerza de golpes,
asн canto yo.
(El tambor)


Con tan sólo cuatro cuerdas,
que un arco pone en acción, 
esta caja melodiosa 
te alegrarí el corazón.
(El violí­n)

Zumba que te zumba,
se oye mi son,
en las noches navideñas,
hasta que aparece el sol.
(La zambomba)



 

ADIVINANZAS DEL CUERPO HUMANO

Las soluciones estín escritas con tinta invisible al pie de cada adivinanza. Para poder verlas tienes que pasar el ratón con el botón izquierdo apretado. Pero antes de leer la respuesta y piensa un poco!


Una pregunta muy fícil 
sabiéndola contestar, 
Ñ—qué planta se riega justo,
cuando la van a cortar?
(La barba)

Treinta y dos sillitas blancas
en un viejo comedor,
y una vieja parlanchina
que las pisa sin temor.
(La boca)


Una capilla llena de gente
y un capellín en medio
que predica siempre
(La boca)

Al dar la vuelta a la esquina
tropecé con un convento,
las monjas iban de blanco
y el sacristín en el centro.
(La boca)

Cueva con treinta y dos machacantes 
que dispone de un solo habitante.
(La boca)

Con ella vives, 
con ella hablas, 
con ella rezas
y hasta bostezas.
(La boca)


Pozo hondo,
soga larga,
y si no se dobla
no alcanza.
(La boca y el brazo)

Unas son redondas, 
otras ovaladas, 
unas piensan mucho, 
otras casi nada.
(La cabeza)


Al revolver una esquina 
me encontré con un convento,
las monjas vestidas de blanco,
la superiora en el centro,
mís arriba dos ventanas,
mís todaví­a un par de espejos
y en lo mís alto la plaza 
donde pasean los caballeros.
(La cara)

 

Hay en la plaza nueva
un monte, y en él dos cuevas.
Mís abajo un pozo hondo
que tiene el brocal rojo.
Altas ventanas, iguales,
y en ellas, dos niсas bellas
que, a través de los cristales,
todo lo ven y lo observan.
(La cara)


Ordenes da, уrdenes recibe,
algunas autoriza, otras prohí­be.
(El cerebro)

En la jirafa descuella,
bajo la barba del rey,
lo tiene cualquier botella,
la camisa o el jersey.
(El cuello)


Cinco hermanos muy unidos
que no se pueden mirar,
cuando riсen aunque quieras
no los puedes separar.
(Los dedos)

Dicen que son de dos
pero siempre son de una.

(Los dedos)


Uno larguito,
dos mís bajitos,
otro chico y flaco,
y otro gordazo.
(Los dedos)

Cuando sonrí­es asoman
blancos como el azahar
unas cositas que cortan
y que pueden masticar.
(Los dientes)


Formamos, como soldados, en una fila
y somos carniceros toda la vida
(Los dientes)

Aunque sepas esto 
mago no serís, 
si no sabes dónde 
lo digerirбs.
(El estómago)


Como la piedra son duros;
para el perro un buen manjar
y sin ellos no podrí­as 
ni saltar ni caminar.
(Los huesos)

Dos hermanos sonrosados,
juntos en silencio estín,
pero siempre necesitan
separarse para hablar.
(Los labios)


Uno se cree superior,
el otro inferior se siente,
sin decirse nunca nada
mucho se quieren, 
tanto que siempre 
se estín besando.
(Los labios)

¡Quién seré yo que encerrada 
soy donde quiera que voy,
me encuentro siempre mojada
y al cielo pegada estoy. 
(La lengua)


Guardada en estrecha círcel
por soldados de marfil,
estí una roja culebra,
que es la madre del mentir.
(La lengua)


Una seсora, 
muy enseñoreada, 
siempre va en coche 
y siempre va mojada.
(La lengua)

Entre dos murallas blancas
hay una flor colorada,
que con lluvia o con buen tiempo,
estí siempre bien mojada.
(La lengua)


 

 

 

Cinco hijitos tiene cada una
y dan tortazos como ninguna.
 (Las manos)

 

 

 

Tengo un tabique en el medio
y dos ventanas a los lados
por las que entra el aire puro
y sale el ya respirado.
(La nariz)


Dos niсas asomaditas
cada una a su ventana;
lo ven y lo cuentan todo,
sin decir una palabra.
(Los ojos)

Dos negritos, se quieren juntar, 
pero un cerro no los deja pasar.
(Los ojos)


En un huerto no muy llano
hay dos cristalinas fuentes,
no estí a gusto el hortelano
cuando crecen las corrientes.
(Los ojos)

Dos fuentes muy cristalinas
estín en medio de un llano
y cuando las fuentes manan
no estí muy contento el amo.
(Los ojos)


Vive en la panza
y se enseña en ciertas danzas.
(El ombligo)

Adivina, adivinanza.
Qué tienen los reyes en la panza
igual que cualquier mendigo?
(El ombligo)


Una seсora muy aseсorada 
que lo escucha todo
y no entiende nada.
(La oreja)

Tiene grandes pabellones,
pero no tiene habitaciones.
(La oreja)


Laterales parapetos
que van siempre por parejas;
les encantan los secretos.
(Las orejas)

Atrís panza
y delante espinazo,
aciértamelo 
pedazo de ganso.
(La pantorrilla)


Adivina, adivinanza,
tiene un solo ojo 
y una cara ancha.
(La panza)

Parecen persianas 
que suben y bajan.
(Los pírpados)


A muchos se lo suelen tomar
si antes no se ha ido a pelar.
(El pelo)

Porque no se caiga pagan, 
pero, en cayendo, 
nadie se agacha 
a recogerlo.
(El pelo)


 

Podrís tocarlos, 
podrís cortarlos, 
pero nunca contarlos.
(Los pelos)

 

Sólo tres letras tengo 
pero tu peso yo sostengo. 
Si me tratas con cuidado, 
te llevaré a cualquier lado. 
(El pié)


Enfundados siempre van
y hay que tener cuidado 
con las patadas que dan.
(Los pies)

Juntos vienen, juntos van,
uno va delante, otro va detrís.
(Los pies)


No son flores,
pero tienen plantas 
y también olores.
(Los pies)

Qué planta serí 
la que en el hombre estí?
(La planta del pié)


Ni raí­z ni rama tiene
esta conocida planta.
Anda y anda por el mundo 
y el peso del hombre aguanta.
(La planta de los pies)

Dos niсas van a la par
y no se pueden mirar.
(Las pupilas)


Mucha o poca, larga o corta,
ponte las gafas que a nadie le importa.
(La vista)

 


 

ADIVINANZAS DE LIBROS Y ESCRITURA

Las soluciones estín escritas con tinta invisible al pie de cada adivinanza. Para poder verlas tienes que pasar el ratуn con el botуn izquierdo apretado. Pero antes de leer la respuesta... y piensa un poco!


Bolita tengo
tinta, también
capucha tengo
y escribo bien.
(El bolí­grafo)

Cruza los rí­os,
también los mares,
vuela sin alas
a todas partes.
(La carta)


Una palomita,
blanca y negra;
vuela sin alas 
y habla sin lengua.
(La carta)

Es un sabio gordinflón,
si le preguntan no habla,
sabe todas las respuestas,
tiene todas las palabras.
(El diccionario)


Todas las palabras sé
y, aunque todas las explico,
nunca las pronunciaré.
(El diccionario)

Campo blanco,
flores negras,
un arado,
cinco yeguas.
(La escritura)


Sabana blanca tendida,
mariquita negra 
le baila encima.
(La escritura)

Llanura blanca con flores negras;
cinco bueyes aran en ella.
(La escritura)


Blancos son los campos,
las semillas negras,
cinco son los bueyes
que el arado llevan.
(La escritura)

Campo blanco,
semilla negra,
dos que la ven,
uno que la siembra.
(La escritura)


Nunca bien supe escribir
pero soy gran escribano;
bien que te puedo servir,
si me tomas en tu mano.
(El lípiz)

Por dentro carbón,
por fuera madera,
en tu maletón 
voy a la escuela.
(El lípiz)


 

 

Tengo hojas sin ser írbol,
te hablo sin tener voz,
si me abres no me quejo,
adivina quien soy yo.
(El libro)

 

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