JUNTOS EN EL SEPULCRO...ANALISIS DE CASO.

Posted by renegarcia on 29 Noviembre, 2007 14:48

JUNTOS EN EL SEPULCRO

Un hombre borracho y perverso tení­a un hijo que, a pesar de los esfuerzos de la madre por guiarlo por el camino del bien, se dejó arrastrar por toda suerte de vicios y malas compañí­as. El joven llegó a ser uno de los peores criminales de su tiempo. Cuando cometió un horrible asesinato, lo juzgaron y lo condenaron a muerte. Su madre, ya viuda, sufrí­a mís que él por esa situación. Los miembros de la sociedad en que viví­a se sintieron satisfechos por la sentencia, pues pensaron que se habí­a hecho justicia.

Sin embargo, la madre no desmayó. Al contrario, solicitó un indulto, pero le fue negado. Cuando fusilaron a su hijo, ella pidió su cuerpo, pero no se lo entregaron porque era costumbre enterrar a los ajusticiados en el patio de la círcel.

Aquella madre pasó muchos años haciendo memoria de su hijo. Recordaba su sonrisa, su melodiosa voz de niño y su inocencia infantil, pero nunca llegó a aceptar que era un criminal. Lejos de eso, antes de su propia muerte la fiel y abnegada madre pidió que la sepultaran junto a su hijo en el patio de la círcel. Y en honor a su lealtad y su amor de madre, le concedieron su petición.

En este mundo no hay amor como el amor de una madre. Ella lo sufre todo por su hijo. Aunque él sea rebelde, ella le muestra cariño. Aunque sea perverso, ella le brinda su amor. Y aunque la sociedad lo juzgue y lo condene, ella tiene siempre la esperanza de que su hijo se volverí de su mal camino.

Con todo, el amor de la madre no puede compararse con el amor de Dios. La madre quiere tanto a su hijo que hace caso omiso de su maldad para seguir amíndolo, y hay momentos en que no quiere siquiera saber el monto de sus maldades. En cambio, Dios estí tan consciente de lo vil que es nuestro pecado, que en vez de hacer caso omiso de él, da su vida en nuestro lugar para salvarnos de las terribles consecuencias de ese pecado y ofrecernos vida eterna. «Porque tanto amó Dios al mundo —dice el Evangelio según San Juan—, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.» 1

Así­ como la madre del joven criminal de nuestra historia, Dios también se hizo sepultar entre los malvados 2 a fin de identificarse con un ser querido en medio de una prisión. Pero en el caso de Dios no era por un solo ser querido sino por toda la humanidad, ni era la prisión de un solo lugar sino de este mundo pecador. Porque mediante la muerte í‰l se identificó con todos nosotros en nuestro pecado a fin de darle muerte simbólica a ese pecado para que también pudiéramos resucitar con í‰l y así­ disfrutar de la vida eterna que vino a darnos

Information and Links

Join the fray by commenting, tracking what others have to say, or linking to it from your blog.