Posted by renegarcia on 23 Noviembre, 2007 19:19
La evolución linguÃÂstica sigue pautas propias de la selección natural El anÃlisis matemÃtico de esta evolución lingüÃÂstica revela que la conjugación de los verbos irregulares se comporta de una manera sumamente regular, hasta el punto de que se pueden predecir las futuras fases de la trayectoria evolutiva de un verbo.
Antes, los idiomas se consideraban sistemas demasiado confusos y difÃÂciles para ser estudiados matemÃticamente, pero ahora estos investigadores han sido capaces de cuantificar con éxito un aspecto del cambio y desarrollo del idioma. Lieberman, Michel y sus colegas partieron para su nuevo trabajo de estudios realizados anteriormente sobre siete reglas que competÃÂan unas contra otras para la conjugación de los verbos en el inglés antiguo. El uso de seis de estas reglas se ha ido perdiendo gradualmente con el paso del tiempo. Encontraron que la única regla superviviente, que agrega el sufijo -ed para formar el pasado simple y el participio pasado, contribuye a la decadencia evolutiva de los verbos irregulares ingleses según una función matemÃtica especÃÂfica: Se regularizan a un ritmo inversamente proporcional a la raÃÂz cuadrada de su frecuencia de uso. En otros términos, un verbo empleado con una frecuencia 100 veces menor, evolucionarà 10 veces mÃs rÃpidamente.
|
Cuanto mÃs se usa un verbo irregular mÃs difÃÂcil serà que se regularice. (Foto: Jonathan Saragosti) | Para desarrollar esta fórmula, los investigadores rastrearon el estado de 177 verbos irregulares del inglés antiguo a través de los cambios lingüÃÂsticos producidos en el inglés medieval y luego en el inglés moderno. De estos 177 verbos que eran irregulares hace 1.200 años, quedaban 145 irregulares en el inglés medieval posterior y sólo 98 siguen siendo irregulares hoy. Lieberman y el grupo de Michel computaron la longevidad de los verbos irregulares supervivientes para predecir cuÃnto tiempo deberà transcurrir para que se regularicen. Los mÃs comunes, como be (en español, ser o estar), y think (pensar), tienen una longevidad esperada tan larga (38.800 y 14.400 años, respectivamente) que a efectos prÃcticos nunca serÃn regulares. Los verbos irregulares con menores frecuencias de uso, como shrive (en español, confesar) y smite (golpear) con longevidades esperadas de 300 y 700 años, respectivamente, es mucho mÃs probable que sucumban a la regularización. |