acontecimientos historicos, el levantamiento armado del año 1932 y la guerra con Honduras
Insurreccion del año 1932
En el año 1932, Farabundo Martí creó el partido Socialista Centroamericano y lideró una sublevación campesina. Los militares respondieron con
En 1932 el entonces presidente General Maximiliano Herníndez Martínez, llegado al poder por un golpe de estado en 1930, reprimió con el ejército una sublevación de campesinos e indígenas en el occidente del país, provocando mís de 30,000 víctimas mortales. El suceso se ha dado a conocer en El Salvador como la matanza comunista de 1932, culpando de los hechos al naciente Partido Comunista, y a uno de los líderes de la revuelta, Agustín Farabundo Martí. Este período marcó el inicio de una serie de dictaduras militares en El Salvador, que finalizarían el 1979 con el golpe de Estado al General Romero, del partido PCN.
La insurrección de 1932, dirigida por el Partido Comunista, y la subsecuente masacre perpetrada por el ejército con un saldo de aproximadamente 30 mil víctimas. Hecho considerado por Dalton como el parteaguas de El Salvador contemporíneo, en su recuento este momento trígico y brutal que signó la imposición definitiva del orden oligírquico sale del olvido para prefigurar, y profetizar, un futuro inmediato de guerra y genocidio
Aquel año, El Salvador presenta una administración corrupta, una sociedad en crisis, un pueblo descontento y una economía casi en quiebra, derivada de los bajos precios internacionales del café y de los efectos de
Los comicios fraudulentos de enero del ’32 fueron el factor detonante del estallido social. Varios sitios de votación fueron suspendidos en poblaciones en las que el Partido Comunista tenía fuerte presencia. La insurrección comenzaba.
Los días 18 y 19 se produjeron frustrados asaltos al Cuartel de Caballería por las fuerzas insurrectas. El gobierno decreta el Estado de Sitio y la ley marcial. Se implanta la censura estricta en la prensa.
Los siguientes días los alzamientos y combates se suceden en todo El Salvador. Miles de campesinos, obreros y trabajadores, portando machetes y algunos pocos fusiles “Mauser†asaltan cuarteles, guarniciones policiales, oficinas municipales, telégrafos, almacenes y fincas de terratenientes.
Las “tartamudas†del Ejército y
“En saludo a honorables comandantes declaramos situación absolutamente dominada fuerzas gobierno El Salvador. Garantizadas vidas propiedades ciudadanos extranjeros acogidos y respetuosos leyes de
La insurrección había sido barrida a sangre y fuego. El 31 de enero, un consejo de guerra presidido por el general Manuel Antonio Castañeda juzgó y condenó a Agustín Farabundo Martí y a los líderes estudiantiles Alfonso Luna Calderón y Mario Zapata a morir fusilados en el Cementerio General de San Salvador, previo traslado desde sus celdas en
Guerra de las 100 horas
Entre los goles y las balas
35 años después,
Cuando Pipo Rodríguez corrió tras el balón en dirección al arco hondureño bajo la lluvia azteca de ese 27 de junio de 1969, nunca imaginó que su gol pasaría a la historia. No sólo porque hizo que El Salvador diera un paso mís rumbo al mundial México 70, sino porque se recordaría la justa deportiva como pretexto para nombrar la guerra que el Ejército salvadoreño libró con el Ejército hondureño, del 14 al 18 de julio de 1969.
Era un año especial. La humanidad se admiraba ante la posibilidad de que un humano caminara en
En medio del panorama, una noticia etiquetada como “la guerra del fútbol†acaparó el interés mundial.
El Salvador y Honduras, dos pequeñas naciones, comenzaron la última guerra entre países centroamericanos. Fue la décimotercera para El Salvador desde 1929 y la tercera contra Honduras.
El conflicto duró cien horas, por lo cual es conocido como
El fútbol no tuvo la culpa
Treinta y cuatro años después, la confrontación sigue siendo conocida a escala mundial con el encubridor nombre de “la guerra del fútbolâ€.
Se supone que tal nombre provino de alguna agencia de prensa mexicana. Para algunos historiadores es un título simplemente ridículo.
Ryzard Kapucinsky, periodista polaco, tituló así un reportaje sobre el hecho y un libro que reúne despachos de guerras.
Sin embargo, acepta que “era una buena forma de llamar la atención del público. Yo di este título para llamar la atención sobre la palabra fútbol, porque, para mí, no es sólo un juego... tiene otros sentidos y connotaciones de patriotismo y nacionalismoâ€, dijo el periodista este año al periódico digital salvadoreño “El Faroâ€.
De hecho, en ambos países se vivió un nacionalismo exacerbado que se delata desde las canciones ofensivas, los arengas como “Hondureño, toma un leño y mata a un salvadoreño†y el tono nacionalista de las notas de prensa de la época en los periódicos nacionales.
Para Rodríguez, el autor de aquel histórico gol, es un calificativo injusto para el deporte rey, “porque no tenía nada que ver†nada mís que coincidir con situaciones político-económicas de ambos países.
Los antecedentes
Factores internos de dos de las naciones mís similares de Centroamérica incrementaron la posibilidad de un enfrentamiento.
Desde mucho antes de la década de 1960, El Salvador, el país mís pequeño del istmo, con una gran densidad demogrífica (3 millones 300 mil habitantes en ese tiempo), enfrentaba el histórico problema de la tierra y la industria no podía absorber la población desempleada.
Honduras por su parte –con 112 mil
La presidencia del coronel Oswaldo López Arellano en Honduras enfrentaba falta de inversión pública, presión por aplicar la reforma agraria.
La captura de 45 soldados salvadoreños con dos camiones cargados de armamento (supuestamente destinado a apoyar un movimiento contrario a Arellano) en 1967 tensó mís la relaciones entre los dos países “por un límite fronterizo mal definido, un flujo migratorio constante de salvadoreños hacia Honduras y un sentimiento cada vez mís general que El Salvador se aprovecha de Honduras en sus relaciones comercialesâ€, cita
Ademís de los enfrentamientos militares fronterizos, los partidos de fútbol, los desalojos de salvadoreños en Honduras con la aplicación de la reforma agraria en abril de 1969 (en la cual estaban excluidos los extranjeros) y la falta de éxito en las relaciones diplomíticas, el entonces presidente de El Salvador, Fidel Sínchez Herníndez, acusa a Honduras de violar los derechos humanos de los inmigrantes y decide buscar una salida militar rípida invadiendo Honduras a partir del 14 de julio.
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