Una investigación demuestra que los ciervos primitivos tenÃÂan una dieta mixta
Los ciervos primitivos (Cervidae), extinguidos hace 16 millones de años, no sólo se alimentaban bÃsicamente de hojas, brotes y frutas, como argumentaba hasta ahora la hipótesis tradicional sobre el estadio ancestral alimenticio de esta especie. Una reciente investigación ha demostrado que estos animales adaptaban y variaban su dieta según las estaciones, y que ingerÃÂan también hierba.
Este estudio ha sido realizado desde la Universidad de Zaragoza, fruto del trabajo de tesis doctoral de Daniel De Miguel, dirigida por Beatriz Azanza, que ha dado lugar a una publicación conjunta en el último número de la revista BMC Evolutionary Biology. El Museo Nacional de Ciencias, con el prestigioso paleontólogo Jorge Morales y la Universidad de Helsinki también han participado en esta investigación que demuestra que esta especie no tenÃÂa una alimentación tan especializada como se pensaba y que si no llega a ser por la ingesta ocasional de hierba no hubiera podido sobrevivir en ese tiempo.
Para llegar a esta conclusión se han analizado mÃs de 40 piezas dentales, elementos portacraneales y mandÃÂbulas completas de estos herbÃÂboros, encontradas en el yacimiento aragonés de Artesilla durante las excavaciones paleontológicas del grupo de investigación de la Universidad de Zaragoza. Tal como explica Daniel De Miguel, en estas muestras fósiles se han utilizado herramientas de inferencia dietética, realizando dos mitologÃÂas para estudiar el desgaste de los herbÃÂvoros. Hemos empleado técnicas de micro desgaste a nivel microscópico, para analizar las marcas en el esmalte dental. El microscopio electrónico detecta la través de esas marcas lo que el animal ha comido. Y las técnicas del mesodesgaste, son a mayor escala, permiten estudiar la morfologÃÂa del desgaste. Ambas estÃn dirigidas a conocer qué comÃÂan estos animales .
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La paleontóloga Azanza y el joven investigador, D. De Miguel (Aragón Investiga) |
En base a estas técnicas se ha realizado una reconstrucción paleoambiental y el anÃlisis se ha combinado con la morfologÃÂa funcional, que explica el porqué de la forma de ciertas estructuras dentales. Los datos obtenidos podrÃÂan aplicarse a otros linajes de este grupo de mamÃÂferos herbÃÂvoros, y dejan en evidencia que los ciervos primitivos no eran ramoneadotes, como se define a animales que comen exclusivamente hojas, brotes y frutas, como por ejemplo el alce, y tampoco eran pastadores u animales que se alimentan de hierba, con una dieta muy abrasiva y destructora de las piezas dentales. TenÃÂan una dieta mixta, como la gacela, se alimentaban de tanto de una clase de dieta como de la otra. La morfologÃÂa dental, según detalla De Miguel, analiza la altura de los dientes, que en el caso de los équidos la iban aumentando, adaptando a dietas mÃs abrasivas . Y en el caso de los dientes primitivos, al ser mÃs bajos, se pensaba que las especies mÃs primitivas como los primeros ciervos deberÃÂan ser ramoneadoros. Era una hipótesis biológicamente arraigada. Nadie la habÃÂa testado, pero ofrecÃÂa unos datos incongruentes, es por ello que se hizo esta investigación, en la que hemos visto que se alimentaban también de hierba , asegura este joven investigador, al tiempo que Beatriz Azanza asegura que este estudio refleja que el ciervo primitivo no era hipsodonto (con dientes altos) sino braquiodonto (dientes bajos). De ahàque la otra parte de la investigación se haya centrado en el por qué fue viable esta población, cuÃl era su expectativa de vida, si con esa altura tan baja de dientes serÃÂa posible alimentarse con alimentos abrasivos durante un tiempo . A través de un modelo de ordenador, realizado por investigadores de Helsinki, se ha deducido que mantener viable esa población era necesario una tasa de 1,2 gemelos en cada parto según afirma Azanza.