Crean una molécula sintética que induce al suicidio a las células cancerígenas.....HA CONSEGUIDO ELIMINAR ALGUNOS TUMORES Y PODRíA APLICARSE A OTRAS ENFERMEDADES

Posted by renegarcia on 19 Noviembre, 2007 21:31

HA CONSEGUIDO ELIMINAR ALGUNOS TUMORES Y PODRí­A APLICARSE A OTRAS ENFERMEDADES

Crean una molécula sintética que induce al suicidio a las células cancerí­genas

El fenómeno de la apoptosis o muerte celular programada ha sido mimetizado en laboratorio para producir una molécula artificial capaz de asesinar hileras de células enfermas de cíncer. Aunque se encuentra en los primeros estadios de investigación, estos procesos han pasado ya de células de cultivo a hileras de células cancerí­genas en ratones vivos, consiguiendo incluso la eliminación de tumores. Pero la apoptosis imitada podrí­a llegar a servir también para sanar otras enfermedades, como desórdenes neurológicos o enfermedades autoinmunes.
 
Un equipo de cientí­ficos del Howard Hughes Medical Institute, de Estados Unidos, ha conseguido crear en laboratorio una molécula sintética capaz de inducir al suicidio a las células cancerí­genas, informa dicho instituto en un comunicado. Los resultados de esta investigación han aparecido publicados en la revista especializada Cancer Cell.

Liderados por Xiaodong Wang, del Centro Médico de la Universidad de Tejas Southwestern, los investigadores desarrollaron una pequeña molécula que imita la actividad de la Smac (segundo activador mitocondrial de las caspasas), una proteí­na que provoca el suicidio de algunos tipos de células. De esta forma, consiguieron que la molécula artificial convirtiera señales de supervivencia de células enfermas en señales de muerte.

El descubrimiento podrí­a derivar en la creación de compuestos para tratamientos contra el cíncer de pulmón y otros tipos de cíncer, que supondrí­an un tipo de terapia menos tóxica para las células sanas que la quimioterapia, aseguran los cientí­ficos.

El cíncer resiste

En el cuerpo humano, las células defectuosas o que se han convertido en innecesarias durante el crecimiento y el desarrollo son inducidas a suicidarse gracias a un proceso muy equilibrado conocido con el nombre de apoptosis.

Este mecanismo es uno de los principales tipos de muerte celular programada y consiste en un conjunto de reacciones bioquí­micas que ocurre en las células, y que provocan su muerte de manera controlada. Las muertes celulares pueden deberse al propio desarrollo de estructuras corporales o, simplemente, a la necesidad de eliminar células que supongan una amenaza para el organismo.

La proteí­na Smac es una de los principales activadores de la muerte celular y, cuando la maquinaria asesina de células inapropiadas se pone en marcha, es lanzada desde las mitocondrias (centrales energéticas de las células) para la activación de la serie de reacciones que producirín la muerte de las células dañadas o anómalas.

Por desgracia, las células cancerí­genas son resistentes a las señales de la proteí­na Smac, porque son capaces de detener el proceso de la apoptosis, según explican los cientí­ficos.

Asesinato celular artificial

Wang y sus colegas desarrollaron una pequeña molécula artificial que imita a la proteí­na Smac, capaz de penetrar en las células y provocar la apoptosis. Estas moléculas miméticas provocan el mismo daño que la proteí­na que imitan, pero sin necesidad de que haya señal alguna por parte de la mitocondria, por lo que no puede detenerse su efecto.

En estudios previos, Wang y sus colaboradores descubrieron que la molécula desarrollada en laboratorio podí­a matar a células cancerí­genas en cultivos controlados, pero también se percataron de que las células sólo morí­an cuando la molécula mimética se introducí­a en dichos cultivos combinada con otro componente de la apoptosis: el factor de necrosis tumoral o TNF, una sustancia quí­mica liberada por las células del sistema inmune que interviene en procesos como la inflamacióm, la destrucción articular derivada de la artritis reumatoide, y otras patologí­as.

El nuevo estudio, sin embargo, constata que un significativo porcentaje de hileras de células cancerí­genas que provocan el cíncer de pulmón eran sensibles al tratamiento de la Smac mimética, sin necesidad del TNF. Las pruebas fueron realizadas con células de ratones a los que se habí­a producido un tumor, es decir, en el interior de organismos vivos enfermos, y los resultados fueron alentadores: la Smac artificial consiguió reducir los tumores e incluso, en algunos casos, los hizo desaparecer.

Hileras de células mís sensibles

Según explican los cientí­ficos en Cancer Cell, por otro lado, una prueba con un panel de 50 hileras de células de cíncer de pulmón humano reveló, sorprendentemente, que un cuarto de estas hileras de células reaccionaban al tratamiento con la Smac mimética solamente, lo que indicó que la señal de la apoptosis se habí­a encendido en estas células.

Según señala Wang en el comunicado del Howard Hughes Medical Institute, los cientí­ficos se preguntaron por qué las hileras de células de cíncer de pulmón eran mís sensibles a la acción de la Smac mimética, sin necesidad de TNF. Wang afirma que las células cancerí­genas eran difí­ciles de eliminar, pero que las hileras de células parecí­an sensibles al efecto de la apoptosis.

Los anílisis revelaron que esto se debí­a a que las hileras de células producí­an su propio TNF, por tanto, estaban ya mís predispuestas a ser sensibles a la apoptosis artificial. La paradoja, según Wang, es que las señales del TNF también forman parte de una compleja activación que da a las células una señal de supervivencia , ofreciéndoles así­ una ventaja para el crecimiento. Esta misma señal volví­a a las hileras de células sensibles al exterminio artificial.

Nuevas terapias

Los investigadores también descubrieron que las hileras de células de algunos cíncer de mama y de melanoma o cíncer de piel eran sensibles a la acción de la Smac mimética por sí­ sola. En este caso, explica Wang, la ventaja de supervivencia que aporta el TNF se vuelve un defecto fatal porque la misma ví­a de supervivencia puede usarse para que la Smac artificial ponga en marcha la apoptosis.

Asimismo, la detección de TNF en hileras de células de cualquier tipo de cíncer ayudarí­a a los cientí­ficos a determinar qué hileras podrí­an ser sensibles a los tratamientos con la Smac mimética, propiciando el desarrollo de futuras terapias contra el cíncer.

El suicidio celular es una parte integral de la vida. De hecho, la capacidad de la célula de adiestrarse a sí­ misma para morir es necesaria para un desarrollo normal de los embriones de gran número de organismos. Por ejemplo, la apoptosis permite a los renacuajos convertirse en ranas.

Las investigaciones de Xiaodong Wang y sus colaboradores intentan aprovechar este mecanismo natural para generar nuevos tratamientos, y no sólo contra el cíncer, sino también contra otras enfermedades, como los desórdenes neurológicos. Las enfermedades autoinmunes a veces tienen también su origen en un fallo celular que detiene el proceso de muerte de las células. Por eso, conocer bien el mecanismo y aprender a reproducirlo promete convertirse en una ví­a de tratamiento efectivo.

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