Crean una molécula sintética que induce al suicidio a las células cancerígenas.....HA CONSEGUIDO ELIMINAR ALGUNOS TUMORES Y PODRíA APLICARSE A OTRAS ENFERMEDADES
HA CONSEGUIDO ELIMINAR ALGUNOS TUMORES Y PODRÃÂA APLICARSE A OTRAS ENFERMEDADES
Crean una molécula sintética que induce al suicidio a las células cancerÃÂgenas
El fenómeno de la apoptosis o muerte celular programada ha sido mimetizado en laboratorio para producir una molécula artificial capaz de asesinar hileras de células enfermas de cÃncer. Aunque se encuentra en los primeros estadios de investigación, estos procesos han pasado ya de células de cultivo a hileras de células cancerÃÂgenas en ratones vivos, consiguiendo incluso la eliminación de tumores. Pero la apoptosis imitada podrÃÂa llegar a servir también para sanar otras enfermedades, como desórdenes neurológicos o enfermedades autoinmunes.
Liderados por Xiaodong Wang, del Centro Médico de la Universidad de Tejas Southwestern, los investigadores desarrollaron una pequeña molécula que imita la actividad de la Smac (segundo activador mitocondrial de las caspasas), una proteÃÂna que provoca el suicidio de algunos tipos de células. De esta forma, consiguieron que la molécula artificial convirtiera señales de supervivencia de células enfermas en señales de muerte.
El descubrimiento podrÃÂa derivar en la creación de compuestos para tratamientos contra el cÃncer de pulmón y otros tipos de cÃncer, que supondrÃÂan un tipo de terapia menos tóxica para las células sanas que la quimioterapia, aseguran los cientÃÂficos.
El cÃncer resiste
En el cuerpo humano, las células defectuosas o que se han convertido en innecesarias durante el crecimiento y el desarrollo son inducidas a suicidarse gracias a un proceso muy equilibrado conocido con el nombre de apoptosis.
Este mecanismo es uno de los principales tipos de muerte celular programada y consiste en un conjunto de reacciones bioquÃÂmicas que ocurre en las células, y que provocan su muerte de manera controlada. Las muertes celulares pueden deberse al propio desarrollo de estructuras corporales o, simplemente, a la necesidad de eliminar células que supongan una amenaza para el organismo.
La proteÃÂna Smac es una de los principales activadores de la muerte celular y, cuando la maquinaria asesina de células inapropiadas se pone en marcha, es lanzada desde las mitocondrias (centrales energéticas de las células) para la activación de la serie de reacciones que producirÃn la muerte de las células dañadas o anómalas.
Por desgracia, las células cancerÃÂgenas son resistentes a las señales de la proteÃÂna Smac, porque son capaces de detener el proceso de la apoptosis, según explican los cientÃÂficos.
Asesinato celular artificial
Wang y sus colegas desarrollaron una pequeña molécula artificial que imita a la proteÃÂna Smac, capaz de penetrar en las células y provocar la apoptosis. Estas moléculas miméticas provocan el mismo daño que la proteÃÂna que imitan, pero sin necesidad de que haya señal alguna por parte de la mitocondria, por lo que no puede detenerse su efecto.
En estudios previos, Wang y sus colaboradores descubrieron que la molécula desarrollada en laboratorio podÃÂa matar a células cancerÃÂgenas en cultivos controlados, pero también se percataron de que las células sólo morÃÂan cuando la molécula mimética se introducÃÂa en dichos cultivos combinada con otro componente de la apoptosis: el factor de necrosis tumoral o TNF, una sustancia quÃÂmica liberada por las células del sistema inmune que interviene en procesos como la inflamacióm, la destrucción articular derivada de la artritis reumatoide, y otras patologÃÂas.
El nuevo estudio, sin embargo, constata que un significativo porcentaje de hileras de células cancerÃÂgenas que provocan el cÃncer de pulmón eran sensibles al tratamiento de la Smac mimética, sin necesidad del TNF. Las pruebas fueron realizadas con células de ratones a los que se habÃÂa producido un tumor, es decir, en el interior de organismos vivos enfermos, y los resultados fueron alentadores: la Smac artificial consiguió reducir los tumores e incluso, en algunos casos, los hizo desaparecer.
Hileras de células mÃs sensibles
Según explican los cientÃÂficos en Cancer Cell, por otro lado, una prueba con un panel de 50 hileras de células de cÃncer de pulmón humano reveló, sorprendentemente, que un cuarto de estas hileras de células reaccionaban al tratamiento con la Smac mimética solamente, lo que indicó que la señal de la apoptosis se habÃÂa encendido en estas células.
Según señala Wang en el comunicado del Howard Hughes Medical Institute, los cientÃÂficos se preguntaron por qué las hileras de células de cÃncer de pulmón eran mÃs sensibles a la acción de la Smac mimética, sin necesidad de TNF. Wang afirma que las células cancerÃÂgenas eran difÃÂciles de eliminar, pero que las hileras de células parecÃÂan sensibles al efecto de la apoptosis.
Los anÃlisis revelaron que esto se debÃÂa a que las hileras de células producÃÂan su propio TNF, por tanto, estaban ya mÃs predispuestas a ser sensibles a la apoptosis artificial. La paradoja, según Wang, es que las señales del TNF también forman parte de una compleja activación que da a las células una señal de supervivencia , ofreciéndoles asàuna ventaja para el crecimiento. Esta misma señal volvÃÂa a las hileras de células sensibles al exterminio artificial.
Nuevas terapias
Los investigadores también descubrieron que las hileras de células de algunos cÃncer de mama y de melanoma o cÃncer de piel eran sensibles a la acción de la Smac mimética por sàsola. En este caso, explica Wang, la ventaja de supervivencia que aporta el TNF se vuelve un defecto fatal porque la misma vÃÂa de supervivencia puede usarse para que la Smac artificial ponga en marcha la apoptosis.
Asimismo, la detección de TNF en hileras de células de cualquier tipo de cÃncer ayudarÃÂa a los cientÃÂficos a determinar qué hileras podrÃÂan ser sensibles a los tratamientos con la Smac mimética, propiciando el desarrollo de futuras terapias contra el cÃncer.
El suicidio celular es una parte integral de la vida. De hecho, la capacidad de la célula de adiestrarse a sàmisma para morir es necesaria para un desarrollo normal de los embriones de gran número de organismos. Por ejemplo, la apoptosis permite a los renacuajos convertirse en ranas.
Las investigaciones de Xiaodong Wang y sus colaboradores intentan aprovechar este mecanismo natural para generar nuevos tratamientos, y no sólo contra el cÃncer, sino también contra otras enfermedades, como los desórdenes neurológicos. Las enfermedades autoinmunes a veces tienen también su origen en un fallo celular que detiene el proceso de muerte de las células. Por eso, conocer bien el mecanismo y aprender a reproducirlo promete convertirse en una vÃÂa de tratamiento efectivo.
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