3 historias reales sobre secuestros de personas por seres extraterrestres !!!!!!!!!!!!!!, juzgue usted.y comience en su aula la discusion y analisis cientificos y religiosos.

Posted by renegarcia on 23 Julio, 2006 02:10

todo lo relacionado acerca de los ovnis todaví­a es un misterio, pues a pasar que se cuenta con mucha documentación y relatos de secuestros de personas y avistamientos, ningún gobierno se ha a apresurado a afirmar que en realidad hay vida en otros planetas o galaxias, o que tenga la prueba de q en realidad existen, lea el siguiente articulo y saque usted  sus conclusiones.

 

LA OVNILOGIA Y LA VIDA EXTRATERRESTRE

La ovnilogí­a es otro sistema de creencia en lo paranormal que muy bien puede expresar la tentación trascendental; al menos todos los signos en la actualidad parecen indicar esa dirección. Pero este sistema de creencia en lo paranormal es de una clase audaz y fascinante: la idea que la tierra estí siendo visitada por seres altamente inteligentes y misteriosos de las lejaní­as -en este caso, entidades esquivas del espacio exterior-. La similitud de esta con la idea de la revelación es sorprendente: la diferencia es que esta nueva religión de la revelación estí cubierta con las formas mís últimas de la ciencia ficción. ¿La ovnilogí­a es simplemente un masivo sistema ilusorio que ha cautivado a millones de personas en este planeta? Si es así­,  no serí­a el primero de tales sistemas de creencias que no tenga ningún fundamento en los hechos probados, no obstante tiene fuerte apoyo. Sin duda, toma í­mpetu de los esfuerzos cientí­ficos reales e impresionantes por explorar el universo en búsqueda de vida extraterrestre.
La moderna ovnilogí­a empieza el 24 de junio de 1947 cuando Kenneth Arnold reportó que vio una formación de nueve objetos parecidos a discos sobre el monte Rainier, en el Estado de Washington. Arnold dijo que cada disco se parecí­a a un «plato rebotando sobre el agua». Se le prestó atención mundial a sus afirmaciones y subsecuentemente se han reportado decenas de miles de avistamientos de «platillos voladores» a través del mundo. Los creyentes llegan a los millones. En algunos años, los reportes de ovnis llegaron a ser epidémicos y el interés público se incrementó enormemente. Estos reportes han llegado de la mayorí­a de los paí­ses del mundo y de todos los estratos de la sociedad. ¿Estín los seres y las naves extraterrestres visitando y observando la vida en el planeta tierra?
Los relatos de los ovnis han variado, pero parece haber un sí­ndrome común: objetos extraños en el cielo, de forma cilí­ndrica o de plato, luces brillantes o parpadeantes, haciendo sonidos de pito, precipitíndose a increí­bles velocidades, volando en extraños íngulos, de repente permanecen detenidos o desaparecen. Ha habido muchos reportes de encuentros humanos con criaturas humanoides que salieron de estos platillos, e incluso increí­bles relatos de haber sido raptados, examinados, llevados a otras galaxias, y luego regresados a la tierra.
¿Qué es lo genuino en estos relatos y qué es fantasí­a? Si vamos a estar comprometidos con el método empí­rico, ¿no debemos tomar el testimonio de los testigos oculares con seriedad? Estos reportes no fueron raros ni aislados en número, pero han sido numerosos. Hubo al menos dos consideraciones destacadas: (1) ¿Ocurrieron los sucesos como se reportaron? (2) ¿Cómo deberí­amos interpretar lo que la gente sostuvo que vio? ¿Pueden darse explicaciones naturales?
La ovnilogí­a se divide en dos grandes campos: 1. Los creyentes en ovnis que estín convencidos que al menos algunos ovnis son de origen extraterrestre, y que su conocimiento estí siendo sistemíticamente ocultado al público por los gobiernos nacionales (pero no estí claro para qué propósito). 2. Los escépticos que han examinado la evidencia y que han ofrecido interpretaciones prosaicas naturales de los fenómenos. La mayorí­a de los reportes de ovnis, dicen, sin son cuidadosamente investigados, se convierten en ovis -esto es, en objetos voladores identificados-, objetos en el cielo que son comúnmente mal percibidos o interpretados. La mayorí­a de los relatos pueden explicarse como estrellas brillantes, la luna o planetas que sobresalen en el cielo (Venus, Marte, Júpiter), meteoros, globos meteorológicos y de otro tipo, helicópteros, aviones de pasajeros o militares, misiles, cohetes y satélites hechos por el hombre que retornan, reflectores, bengalas, luces fijas de tierra y otras anormalidades visuales -incluso píjaros, relímpagos, cometas o formaciones de nubes inusuales-. En algunos casos las observaciones fueron una travesura o una patraña. No todos los ovnis han sido identificados, principalmente porque no hay evidencia que corrobore las afirmaciones de los testigos iniciales. Por eso un aire de misterio acompaña a aquellos casos que todaví­a no han sido completamente explicados para la satisfacción de todos.
Examinemos algunos de los casos clísicos. Me centraré primero en algunos de los ejemplos mís discutidos de rapto por testigos que sostienen haber tenido encuentros directos con extraterrestres.

Raptos
Betty y Barney Hill.
Allen Hynek, notable investigador de ovnis y astrónomo, ha catalogado los casos de secuestro como «encuentros cercanos del tercer tipo». Sin duda el caso mís celebrado y ademís el rapto mís completo documentado registrado es el de Betty y Barney Hill, residentes de Whitfield, New Hampshire. De acuerdo a su testimonio, estuvieron dirigiéndose hacia el norte de New Hampshire en su camino a casa de regreso de vacaciones en Montreal en la tarde del 19 de septiembre de 1961. En algún momento entre las 10 p.m. y la medianoche, captaron la atención de una luz que se moví­a erríticamente en el cielo, que parecí­a estar siguiendo a su carro. El cielo estaba claro y la luna brillaba intensamente, menos en el suroeste. Betty dijo que habí­a visto una estrella o planeta bajo la luna, pero que pronto después, reportó, que ella vio un segundo objeto en el cielo, que era una «estrella» mís grande y brillante por encima del primer objeto. Este, dijo, era un ovni. Barney al principio creyó que era un objeto ordinario, tal vez un aeroplano o satélite, pero Betty sostuvo que era un plato volador e insistió que Barney pare el carro y lo observase. «Es sorprendente», exclamó (1).
Barney salió del carro, miró al objeto con binoculares, y pensó que vio una hilera doble de ventanas iluminadas y con aliení­genas adentro, burlíndose de él y volteíndose para jalar palancas. El lí­der de los extraños seres parecí­a ser un «nazi», dijo. Aterrorizado saltó atrís hacia el carro y arrancó a toda prisa. Betty reportó que Barney estaba en una «condición histérica», temiendo que fueran a ser capturados (2). La nave aérea, adujeron, continuó siguiendo a su carro. Fue en este punto que su viaje fue supuestamente interrumpido. De acuerdo a la historia, oyeron una serie breve de sonidos piteantes venir de la parte trasera del auto que causó que el auto vibrara. Dijeron que cayeron en somnolencia. Cuando recuperaron la conciencia, descubrieron que habí­an transcurrido dos horas y que estaban treinta y cinco millas al sur de donde los sonidos piteantes habí­an empezado.
Los Hill fueron sometidos a un intenso interrogatorio por dedicados defendores de los ovnis que se encontraron con ellos dentro de las semanas siguientes al supuesto encuentro. Fueron atormentados por desórdenes nerviosos y sueños espantosos y pesadillas sobre el ser llevados a bordo de una nave espacial extraterrestre. Después de dos años, Barney estaba tan perturbado que fue forzado a buscar ayuda de un psiquiatra, el Dr. Benjamin Simon de Boston. Bajo hipnosis, Barney y Betty Hill intentaron relatar las «dos horas perdidas». Contaron que fueron llevados a bordo de la nave espacial y que fueron examinados por las extrañas criaturas. Ademís, Betty Hill afirmó haber visto un «mapa estelar», que describí­a el sistema solar del cual habí­a venido el ovni. Quince estrellas de este mapa correspondí­an supuestamente según Marjorie Fish, una profesora de escuela elemental, a estrellas en el cielo, y esto es frecuentemente citado por los creyentes en los ovnis como confirmación independiente que la historia de los Hill es verdadera. El relato de Betty concluye cuando ella y Barney retornaron al auto unas dos horas después.
¿En qué consiste este caso famoso? Robert Sheaffer, un escéptico de los ovnis, informa que si consultamos los reportes del tiempo y las tablas astronómicas de ese dí­a, podremos reconstruir ciertos hechos: la luna estaba brillando, el primer planeta que vieron fue Saturno, y el otro objeto brillante probablemente fue Júpiter el cual habí­a llegado a la posición que describen. Si se estí yendo en coche, parece que el planeta se estí moviendo cuando lo hace el carro. «Si un ovni genuino hubiera estado presente, habrí­an sido tres objetos cerca a la luna esa noche: Júpiter, Saturno y los ovnis. No obstante, reportaron ver sólo dos» (3).
¿Fue la imaginación de los dos responsable del resto de su historia? Es interesante que el Dr. Simon quien puso a los Hill bajo hipnosis dos años después del suceso, sostuvo que todo el acontecimiento «era una fantasí­a...en otras palabras, fue un sueño. El rapto no sucedió» (4). Según el Dr. Simon, Betty habí­a descrito muchos detalles especí­ficos del rapto, mientras que Barney parecí­a no recordar casi nada. El Dr. Simon indicó que el incidente del rapto no fue una experiencia común, compartida, y se sugiere que Barney habí­a derivado su conocimiento del supuesto rapto al oí­r a Betty referir sus sueños. El Dr. Simon le dijo a Philip Klass que no creí­a que los Hill habí­an sido secuestrados, sino que mís bien la historia era una fantasí­a que habí­an llegado a creer y volver a contar bajo hipnosis.
¿Qué hay acerca del mapa estelar que vio Betty? Sheaffer indica que el mapa pudo corresponder con muchas íreas del cielo, que existen muchos patrones estelares que le encajarí­an con el boceto de Betty. Algunos creyentes de los ovnis sostienen que las observaciones de radar aquella vez corroboran la historia. La base Pease de la fuerza aérea en Portsmouth, Nueva Hampshire, a varias millas de ahí­, reportó un objeto no identificado en su radar a las 2:14 a.m., pero no hubo ninguna corroboración por parte del radar del aeropuerto de Survellaince. Sheaffer sostiene que los radares son sensibles a muchos objetivos, incluyendo incluso a píjaros e insectos. Ademís, la anomalí­a del radar aconteció después, a muchas millas a lo lejos. Así­ que no existe realmente corroboración independiente del «testimonio ocular» de los Hill del encuentro.
Ciertamente, los avances subsecuentes en el caso Hill fuerzan nuestra credubilidad todaví­a mís. En 1977 Betty Hill empezó a hablar acerca de un «lugar de aterrizaje de ovnis» en el sur de New Hampshire, que visitarí­a tres veces a la semana para observar a los ovnis. Incluso los devotos de los ovnis han reconocido que ella es capaz de ver ovnis cuando nadie lo puede hacer estando con ella. En una oportunidad, John Oswald reporta, el investigador de campo para un grupo ovni (que acepta las historias de raptos), la Sra. Hill fue incapaz de «distinguir entre un ovni posado en tierra y una luz de la calle» (5). Esto hace surgir la pregunta interesante si los reportes de rapto por ovnis son igualmente experiencias mí­sticas o reveladoras, sin confirmar pero fortalecidas con convicciones psicológicas sostenidas firmemente.
El caso Travis Walton. Otro famoso incidente referido a los anales de la ovnilogí­a es el secuestro de Travis Walton a bordo de un ovni. El incidente supuestamente ocurrió el 5 de noviembre de 1975 cerca a Snowflake, Arizona. Walton, un maderero de 22 años, estaba trabajando con un equipo de madereros en el Parque Nacional de Sitgreaves. Según la historia, Walton y seis miembros del  equipo estaban yendo en camión cuando se encontraron con un objeto parecido a un platillo flotando sobre la tierra a unos 110 pies [334 metros]. El extraño objeto estaba emitiendo un muy agudo sonido zumbante. Walton llegó a emocionarse por el objeto. Salió del camión y se acercó a él. Cuando estuvo bajo él, un rayo de luz apareció de pronto en la parte inferior de la nave y lo golpeó contra la tierra, aparentemente inconsciente, y afirmó haber experimentado una clase de choque eléctrico. Los otros seis hombres se espantaron y se alejaron a toda prisa en su camión.
Mientras tanto Walton habí­a desaparecido y los esfuerzos de la policí­a y otros en localizarlo probaron ser en vano. Después de cinco dí­as, regresó y llamó a sus amigos desde un teléfono público. Se le encontró en una condición de aturdimiento.
Según el relato de Walton de lo que sucedió, después de que habí­a sido golpeado contra la tierra, despertó en un cuarto «parecido a un hospital» todo de metal. Estaba siendo observado por tres extrañas criaturas con cabezas calvas de no mís de un metro y medio. Trató de luchar contra ellos, pero ellos abandonaron el cuarto ilesos. Después, un humano entró al cuarto. Era de cerca de 1.80 m. de alto, con pelo castaño rubio y ojos color avellana y llevaba un casco. Sin hablar llevó a Walton abajo a un corredor donde encontraron a otros tres humanos que pusieron una míscara de plístico sobre su cara. Walton se desmayó. La siguiente cosa que recuerda era que estaba caminando por una autopista con el platillo volador despegando hacia arriba. Sólo era capaz de recordar unas pocas horas del tiempo que desapareció.
¿Es cierta la historia? ¿Su testimonio es evidencia confiable para probar la existencia de seres extraterrestres? Cuando una palabra del incidente fue revelada se convirtió en noticia de inmediato y la prensa mundial invadió a Snowflake. Creyentes y escépticos llegaron por igual. Un diario sensacionalista, el National Enquirer, cubrió el incidente, y Walton y los madederos ganaron un premio de US $ 5000 por el «mejor caso de ovnis del año». Se adujo que todos ellos pasaron las pruebas del detector de mentiras. El escéptico de ovnis Philip Klass fue capaz de descubrir muchas discrepancias en sus relatos. Primero las pruebas de polí­grafo que les habí­an tomado fueron administradas de mala manera. Ademís, Klass dijo que Walton habí­a fallado en una prueba anterior, no publicitada, del detector de mentiras hecha por un experto, John J. McCarthy, quien concluyó que el caso involucraba una «gran mentira». El reporte de McCarthy concluyó que «basado en su  reacción [la de Travis Walton] sobre todas las gríficas, es la opinión de este examinador que Walton, de acuerdo con los otros, estí intentando perpetrar un fraude ovni, y que no ha estado en ninguna nave espacial» (6).
Klass encontró detalles interesantes del caso, de manera notable que Travis Walton, su hermano y su madre, todos creí­an en los fenómenos ovni, y que Walton habí­a dicho a su madre unas semanas antes del incidente que no se preocupase si alguna vez fuera raptado -que él retornarí­a a salvo-. Klass también decubrió que el equipo de trabajadores, y especialmente su jefe, Mike Rogers, tuvo posiblemente un motivo económico en ayudar a tramar el engaño. Es claro que el rapto real a bordo de la nave espacial y lo que ocurrió dentro solamente es atestiguado por Travis y no por los demís miembros del equipo de labores, quienes pudieron o no haber visto un objeto extraño en el cielo. No hay corroboración de la historia de Travis, y así­ permanece como un relato subjetivo.
El encuentro Hickson-Parker. Un tercer suceso muy publicitado ocurrió el 11 de octubre de 1973 en Pascagoula, Mississipi. Dos trabajadores de astilleros, Charles Hickson de 42, y Calvin Parker de 19, afirmaron haber sido raptados por un ovni mientras pescaban sobre el rí­o Pascagoula. Sostuvieron que oyeron un sonido zumbeante o silbante, y vieron a un platillo volador redondo flotando sobre la tierra. El vehí­culo destelleaba luces azules. Los relatos de Hickson del suceso eran contradictorios. En una ocasión dijo era de 2.5 a 3 metros de extensión, y en otra lo describió como de sesenta a noventa metros de largo. Según este relato, surgieron tres humanoides del ovni y flotaron hacia Hickson y Parker. Fueron descritos como de cerca de metro y medio de alto con piel gris arrugada, semejantes a elefantes, cabezas de forma de huevo, sin cuello, y brazos tipo garra. Dos de las criaturas cogieron a Hickson y flotaron con él para abordar el ovni, donde fue introducido a una címara intensamente iluminada. Una tercera criatura agarró a Parker, quien se desmayó, y ademís le hizo flotar hacia la nave. Los humanoides examinaron a Hickson con un objeto que parecí­a un ojo pero que no estaba adherido a nada. Se sintió completamente paralizado cuando lo hicieron. Cerca de veinte minutos después, hicieron flotar a Hickson afuera, mientras se reuní­a con el muy perturbado Parker quien habí­a recobrado la conciencia. Entonces el ovni salió disparado hacia arriba y desapareció. Parker, habiéndose desmayado, fue incapaz de proveer algún detalle del suceso. Después de varias horas, los dos hombres ganaron suficiente coraje para contar su relato al alguacil, y este incidente milagroso rípidamente se convirtió en una noticia pública.
¿Qué tenemos que hacer con esta increí­ble historia? ¿Es verificable? ¿Deberí­a aceptírsele como un genuino encuentro? Los aficionados a los ovnis -un grupo de creyentes comprometidos- parecen tener un deseo casi religioso de aceptar las hipótesis de los ovnis. Hickson y Parker fueron entrevistados por dos expertos en ovnis muy bien conocidos: el profesor James A. Harder y el doctor J. Allen Hynek. Harder concluyó que «habí­a definitivamente algo aquí­ que no era terrestre...De dónde vinieron y por qué estaban aquí­ es un asunto de conjetura, pero el hecho que estín aquí­ es verdad, mís allí de duda razonable». Y Hynek cautelosamente sostuvo: «No hay duda en mi mente que estos dos hombres tuvieron una aterradora experiencia» (7). Al testimonio de Hickson se le dio credibilidad adicional cuando se reveló que se les habí­a tomado una prueba con el detector de mentiras. Mientras, el caso levantó bastante interés, especialmente en el írea de Mississippi, donde hubo varios reportes similares de ovnis.
Afortunadamente este caso, como los dos previos casos, han sido examinados por los escépticos, que pueden proveer explicaciones alternativas. Klass sostiene que la evidencia indica la fuerte posibilidad de ser un engaño inventado. Según Klass, la prueba del detector de mentiras se le hizo a Hickson un operador inexperto. Los esfuerzos para hacer que Hickson tome otra prueba o para probar a Parker no fueron exitosos. Klass descubrió que Hickson se habí­a registrado por bancarrota unos meses antes. Especuló que Hickson esperaba que esta historia le traerí­a ofertas de pelí­culas o de televisión, motivos que sólo se pueden inferir y no confirmar.
¿Qué vamos a hacer de estos tres casos de secuestro? ¿Son todos engaños? ¿Los relatos de los raptados fueron simplemente alucinaciones, o fue una combinación de motivos? Algunos comentadores han encontrado similaridades entre las historias de rapto, las experiencias cercanas a la muerte, y las alucinaciones inducidas por drogas. Los hilos comunes que corren a través de estas historias son similares: la visión de una luz brillante, un sonido zumbante, una sensación de flotar fuera del cuerpo, el movimiento a través de un túnel o corredor, el encontrar un ser o seres bañados en luz, someterse a exímenes, y entonces retornar a la vida real. Esto lleva a especular si la tentación trascendental es ademís un factor importante en el fenómeno ovni -no sólo para los 200 o mís raptos reportados sino también en la voluntad de la población general para creer en el fenómeno-. La ovnilogí­a, al menos para algunos, parece funcionar como un fenómeno casi religioso.
Millones de personas sostienen haber visto cosas extrañas en el cielo que no pueden explicar por medios naturales, a los cuales atribuyen una fuente extraterrestre, fuera de este mundo. Incapaces de dar una explicación causal, les atribuyen un relato mígico, reminiscencia de sucesos espirituales, psí­quicos, paranormales, sobrenaturales u otros sucesos milagrosos. ¿Estí trabajando un proceso similar, sutil, psicológico, con sólo un contenido de creencias diferente pero con el mismo origen y función?

La hipótesis extraterrestre y los ovnis
La hipótesis extraterrestre es perfectamente plausible. La posibilidad que la vida pueda existir en otras galaxias en el universo es una hipótesis cientí­fica significativa. Algunos astrónomos han postulado la probabilidad de que la vida haya evolucionado en otros planetas. El argumento va como sigue: puede haber al menos un millón de planetas en nuestra sola galaxia. Existen decenas de mil millones de galaxias a través del universo. Si las condiciones para la vida estín presentes en estos sistemas planetarios, presumiblemente formas superiores podrí­an haber evolucionado, y puede haber formas inteligentes las cuales han desarrollado civilizaciones tecnológicas avanzadas. Es razonable asumir que la vida aparecerí espontíneamente en los planetas convenientes, dada la adecuada temperatura en la superficie y otras condiciones. Los organismos capaces de fotosí­ntesis pueden desarrollarse entonces, y se estima que después de tres o cuatro mil millones de años, otras formas superiores de vida evolucionarín o han evolucionado. Esto presupone la presencia de carbono, oxí­geno, nitrógeno, hidrógeno y otros elementos. Es concebible que tales civilizaciones hayan avanzado mís que nosotros y hayan conquistado la tecnologí­a para hacer viajes espaciales sobre posible distancias infinitas.
Algunos astrónomos han negado que esto sea el caso, sin embargo, manteniendo que las probabilidades son muy bajas. Puede haber muy pocos sistemas planetarios que lo que antes se creí­a; ciertamente la vida en el planeta tierra puede ser un suceso relativamente raro. Ademís, para que un planeta sea propenso a la vida, los elementos bísicos necesarios deben estar presentes, al menos para los tipos de vida con los cuales estamos al corriente, y muchos planetas pueden contener muy pocos elementos. Para que la vida esté presente, el planeta debe estar a la distancia correcta de su sol, esto es, ni muy lejos ni muy cerca. Si la tierra estuviera muy cerca al sol, harí­a demasiado calor para sostener la vida, si estuviera muy lejos, se producirí­a glaciación. Las zonas que son habitables pueden ser relativamente limitadas. Así­ que las probabilidades de la vida son, hemos dicho, mucho mís pequeñas que las extrapoladas por los optimistas de lo E.T. [extraterrestre]. Algunos astrónomos difieren de esta estimación pesimista y creen que la materia orgínica no necesita basarse en el carbón y el agua, como nuestro planeta; piensan que la vida fundamentada en el silicio u otras formas de la quí­mica podrí­a ser posible, y que estas formas de vida podrí­an ser capaces de sobrevivir a temperaturas extremadamente altas o bajas. Asumir que la vida en el planeta tierra es un fenómeno completamente único, dicen, serí­a sorprendente.
Con todo, otra sugestión especulativa es que puede haber nubes cósmicas de material orgínico que sobrevivan por largos periodos y/o que la materia orgínica en rastros de vida haya sido transmitida por meteoritos de diferentes galaxias, permitiendo que el proceso evolutivo sea repetido por todo el universo.
Cualquiera sean las probabilidades de estos procesos todaví­a son inciertas en el presente. Lo que tiene significado trascendental para la especie humana es si existe vida inteligente en otra parte. Si es así­, deberí­amos intentar hacer contacto y comunicarnos con estas formas de vida -como ha instado Carl Sagan-. Los radiotelescopios han estado monitoreando los cielos y transmitiendo los mensajes, pero hasta ahora ningún mensaje identificable se ha recibido. Tampoco se puede confirmar ni negar la hipótesis E.T. sobre fundamentos a priori en este estadio de la investigación cientí­fica. Pero esto estí completamente apartado de la cuestión de si el planeta tierra ha sido visitado por astronautas, como ha sostenido von Dí¤niken, o estí siendo visitada actualmente por ovnis.
Aparte de la cuestión de las probabilidades estí la pregunta empí­rica de la confirmación, y esto puede ser resuelto por referencia a la evidencia.
¿Cuíl es la evidencia que apoya a la hipótesis ovni-E.T.? Me he referido a tres de los mís famosos casos de secuestro, pero realmente el número de avistamiento de ovnis es enorme. En los Estados Unidos, algo como el 9 por ciento de la población, millones de gentes, sostienen haber visto un ovni (según un sondeo de Gallup de 1978). Cincuenta seis por ciento de la población dice que cree en los ovnis. Esto es repetido internacionalmente, así­ que estamos tratando con fenómenos de proporciones masivas. De modo general, los «avistamientos» son extrañas luces u objetos en el cielo que se comportan de formas extrañas, flotando y precipitíndose en íngulos inesperados. Esta es la era de los viajes aéreos, así­ que la gente estí acostumbrada a mirar hacia el cielo y ver globos, helicópteros, aviones a hélices y a chorro, cohetes y misiles -fenómenos todos que habrí­an parecido extraños en los siglos precedentes-. Pero ademís estín perplejos por otras cosas que son anómalas e inexplicables.
En 1952 la Fuerza Aérea de los EE.UU. lanzó una investigación especial, el Proyecto Libro Azul, para investigar tales fenómenos. Manejó aproximadamente 13,000 casos de avistamientos supuestos. Después de un estudio extendido, la Fuerza Aérea concluyó que no habí­a evidencia para la suposición que los fenómenos eran extraterrestres. Se sostení­a que era capaz de explicar aproximadamente 94 por ciento de los avistamientos como debidos a causas naturales. La mayorí­a contundente de casos estaba basada en simples malas percepciones, y malas interpretaciones, incluso por muy bien entrenados pilotos de aerolí­neas, ingenieros, y cientí­ficos. Un largo estudio conducido en la Universidad de Colorado, conocido como el Reporte Condon, recomendó en 1969 que no se haga ningún estudio posterior por parte de la Fuerza Aérea, aunque algunos casos permanecieron «inexplicados». Los creyentes en los ovnis con frecuencia indican ese hecho como significativo, pero esto no confirma necesariamente la hipótesis extraterrestre, sino que simplemente indica que no hay suficientes datos para determinar lo que estaba presente o para corroborar el testimonio de los testigos oculares. No todo asesinato ha sido resuelto por los departamentos de policí­a, pero no tenemos el derecho a suponer que un agente paranormal cometió asesinatos sin resolver. El peso de la prueba descansa en los defensores de la hipótesis extraterrestre. Y ellos no han producido suficiente evidencia.
En otro estudio importante (8), Allan Hendry, asociado con el Centro para los Estudios de Ovnis, revisó mís de 1300 reportes de ovnis que sucedieron en un perí­odo de catorce meces (de agosto de 1976 a noviembre de 1977) en los Estados Unidos. Entrevistó, en gran medida por teléfono, a testigos que habí­a reportado avistamientos de ovnis. Concluyó que las explicaciones prosaicas podrí­an dar cuenta de tales reportes. Hendry encontró que estos eran globales en naturaleza, llegados de todas partes de los Estados Unidos y fueron hechos por una sección cruzada de individuos representantes de todas las edades, ocupaciones y formaciones educativas. Los reportes fueron de varias clases: aquellos que estuvieron «cerca» (es decir, un ovni del que se habí­a dicho que apareció a 1500 metros del testigo), aquellos que influenciaron en el medio ambiente (y supuestamente dejaron algún rastro fí­sico y aquellos que involucraban contactar a los ocupantes o entidades. De los 1307 casos que Hendry investigó, 1158 fueron convertidos rípidamente por él en ifos (88.6%), 36 casos fueron excluidos ya que proveyeron datos apropiados (2.8%), y sólo 113 casos (8.6%) permanecieron como fenómenos no identificados. Hendry confiesa al final de su estudio caso por caso que «todaví­a no estaba muy cerca a la naturaleza de esta bestia compleja» que cuando empezó (9). Dice que mucho o la mayorí­a de los datos son testimonios anecdóticos de testigos emocionados. «La evidencia nunca admite de repente un estallido de aprobación incluso para un ovni» (10) es decir, para la explicación extraterrestre.
Lo que Hendry ha descubierto es seguramente significativo. Porque es claro que después de décadas de búsqueda no tenemos aún un caso incontrovertible que salga muy bien del escrutinio cuidadoso. No tenemos ninguna prueba decisiva, ninguna evidencia fuerte corroborante, que los ovnis sean extraterrestres. Tal vez al continuar investigando tales avistamientos, algún dí­a descubriremos bastante evidencia fuerte y rigurosa que corrobore la afirmación sin ambigí¼edades. Pero hasta que lo hagamos, estí disponible una explicación alternativa, esto es, que el fenómeno ovni nos diga algo acerca de la conducta de la especie humana, de la fascinación con lo desconocido, y el hambre por creencias en la existencia de realidades del mís allí.
Aquí­ encontramos la reaparición de un hilo común. La ovnilogí­a es la mitologí­a de la era espacial. Mís que íngeles danzando sobre las cabezas de alfileres, ahora tenemos naves espaciales y extraterrestres. Es el producto de la imaginación creativa. Busca dar al hombre raí­ces y relaciones mís profundas con el universo. Es una expresión de nuestra hambre por el misterio, nuestra demanda por algo mís, nuestra esperanza por sentido trascendente. Los dioses del monte Olimpo han sido transformados en viajeros espaciales, transportíndonos por medio de nuestros sueños a otros dominios. La tentación trascendental nos ha vencido de nuevo. Y así­ vemos lo que queremos. Forjamos un universo a nuestro gusto.

Ejemplos tí­picos de avistamientos de ovnis
1. El 17 de julio de 1957 a las 4:10 p.m. la tripulación de un avión RB-47 de la base Forbes de la Fuerza Aérea Norteamericana en Topeka, Kansas vio una intensa azul blanquecina sobre Lousiana. Una señal fue captada por el operador de radar a bordo del avión. Aunque el RB-47 incrementó su velocidad no pudo alcanzar al ovni. Este también fue detectado por el radar sobre Texas, mientras el avión lo perseguí­a. El ovni desapareció y reapareció ante el avión y sobre el campo del radar. En un punto, el ovni desapareció y reapareció sobre la cola del RB-47. El avión lo siguió por 90 minutos sobre cuatro estados por una distancia de 1126 km.
2. En la noche del 29 de abril de 1978, el departamento de policí­a en Aurora, Illinois (en las afueras de Chicago) recibió diez reportes de avistamiento de un ovni, entre las 10:30 p.m. y la medianoche. Los testigos afirmaron ver un objeto parecido a un platillo, con luces circulando alrededor de su perí­metro. Hubo reportes diversos en cuanto a su tamaño exacto, con estimados por doquier desde 7 metros hasta el ancho de un campo de fútbol. Algunos sugirieron que pudo haber habido una nave madre y una mís pequeña también. El señor y la señora S. reportaron un encuentro cercano con la nave. El platillo flotaba sobre su carro y mientras ellos se dirigieron a sus vecinos para alertarlos, la nave los siguió volando al nivel de la cima de los írboles. El platillo fue completamente silencioso. Después de permanecer inmóvil por encima de ellos por un tiempo, abruptamente partió hacia el Este.
3. A fines de agosto de 1984, numerosos residentes de Brewster, Nueva York, un pueblo del valle Hudson a 6.4 km. al norte de la ciudad de Nueva York, empezó a reportar avistamientos de ovnis. Dijeron que vieron grandes objetos, circulares o de forma de V, que emití­an luces rojas, verde y blancas, flotando silenciosamente o con un débil zumbido. Efectuaron maniobras erríticas, entonces de repente desaparecí­an. Monique Driscoll relata que cuando estaba dirigiéndose a casa una tarde, las voces de su radio CB de repente se apagaron por la estítica. Vio que algo se acercaba a su vehí­culo muy lentamente, y siguió la nave mientras viraba y flotaba sobre una casa cercana. Al mirar al vientre de la nave, notó que «era un metal gris, como la estructura de un puente. Después de unos pocos minutos empezó a alejarse...y entonces, un silbido, se habí­a ido» (11). Un piloto de una aerolí­nea comercial, Michael Faye, observó un extraño objeto después de despegar una noche del Aeropuerto Newark. Tení­a seis u ocho luces que se apagaron todas a la vez cuando empezó a estar cerca de él. «Habí­a desaparecido», afirmó con asombro (12). Surgió tal furor acerca de los avistamientos del valle Hudson que muchí­simos investigadores de ovnis muy bien conocidos invadieron el írea. Algunos atestiguaron su autenticidad.
¿Cuíles son algunas posibles explicaciones para los avistamientos precedentes? En relación al caso 1, Philip Klass ha sugerido que el ovni que aparece y reaparece muy probablemente puede ser explicado por una variedad de objetos naturales diferentes. Ademís, las señales del radar que la tripulación del RB-47 pensó vení­an del ovni tení­a las caracterí­sticas de las usadas por las instalaciones de radar de la defensa aérea que estuvieron operando en el írea en esa época. El caso 2 es explicado por Allan Hendry como debido a un avión de propaganda iluminado claramente, que descubrió estaba en el írea esa vez. Visto desde abajo, parecí­a silencioso. La revista Discover mostró que el caso 3 era un engaño perpetuado por pilotos de aviones privados novatos. Al volar en forma circular, de repente apagaban sus luces, lo que hizo parecer a aquellos que miraban desde la tierra que ¡habí­an desaparecido!
He citado sólo tres casos muy tí­picos de los que ocurren, pero la lista de observaciones equivocadas y generalizaciones apresuradas es interminable. Sin duda los reportes estín teñidos por al amplia publicidad dada a los reportes previos y la creencia, y de la expectación, que los ovnis son de origen extraterrestre.

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