El Sahara se secó de forma gradual, no abruptamente
Según una nueva investigación, la transformación del Sahara de ser una pradera tropical al desierto que es hoy fue un proceso lento que duró miles de años. Las conclusiones contradicen trabajos anteriores que indicaban que el cambio de un Sahara «verde» a un Sahara «írido» fue un proceso rípido de apenas unos siglos.
Hace aproximadamente 14.800 años, el Sahara se convirtió en una gran pradera tropical llena de lagos gracias a una intensificación del monzón. Los anílisis de sedimentos marinos hallados en la costa occidental del Sahara parecían indicar que éste se había secado de forma bastante repentina hace unos 5.500 años. Este cambio abrupto en el medio ambiente se atribuyó a la conjunción de los patrones de precipitación y cambios en la vegetación.
En este estudio reciente, un equipo internacional de científicos dirigido por el Dr. Stefan Krí¶pelin, de la Universidad de Colonia (Alemania), estudió sedimentos del Lago Yoa, situado en el norte del Chad. A diferencia de muchos otros lagos de la región, el Lago Yoa nunca ha llegado a secarse, ya que se alimenta de un acuífero subterríneo. Durante los últimos 6.000 años, todos los veranos e inviernos se deposita una capa de sedimentos en el fondo del lago.
Estudiando la composición geoquímica de dichos sedimentos, así como los restos de plantas y animales encontrados en éstos, los científicos pudieron reconstruir con gran detalle la evolución del Sahara durante los últimos 6.000 años. Las conclusiones de este estudio se han publicado en la última edición de la revista Science.
Los resultados muestran que el Sahara se secó gradualmente durante un período comprendido entre hace 5.600 y 2.700 años, lo cual se debió a la pérdida paulatina de fuerza del monzón. Al disminuir la cantidad de precipitaciones, los írboles y plantas de la pradera tropical desaparecieron y fueron sustituidos por la vegetación típica del Sahel. Al final desapareció también la cubierta herbosa y empezaron a surgir plantas capaces de sobrevivir al clima desértico.
Los hallazgos de este estudio son importantes, ya que hasta ahora el caso del Sahara se había presentado como un ejemplo de la rapidez con la que pueden cambiar los entornos naturales si se alcanzan ciertos puntos de inflexión.
Ademís, los científicos hacen hincapié en que disponer de datos sobre la velocidad de dichos cambios es crucial para comprender la interacción entre los climas tropicales y de latitud media.
Un software determina el estado de ánimo de las personas en tiempo real
Informíticos alemanes del Fraunhofer Institute for Integrated Circuits (IIS) han desarrollando un software que reconoce el estado de ínimo de las personas. Mediante una címara de vídeo, el software se fija en los cambios producidos en ciertas partes de nuestro rostro (ojos, cejas o nariz) para reconocer cómo nos encontramos en tiempo real. Por el momento, es capaz de determinar si quien estí frente a la címara de vídeo es un hombre o una mujer y si estí triste o alegre. Las primeras aplicaciones serín con toda probabilidad en el mundo de la publicidad, donde conocer cómo reacciona el consumidor ante, por ejemplo, un cartel, es determinante.
?Cómo se comporta la gente cuando se pone frente a una valla publicitaría? ¿Se paran, se giran y miran atentamente o, sencillamente, pasan de de largo? Un nuevo sistema informítico de anílisis facial puede resolver estas preguntas, ya que es capaz de reconocer el humor de una persona al instante cuando se topa con una de estas vallas.
El sistema ha sido creado por investigadores del Fraunhofer Institute for Integrated Circuits IIS en Erlangen, Alemania. Mediante un complejo sistema de algoritmos, localiza un rostro humano en una imagen, diferencia si se trata de un hombre o una mujer y analiza sus expresiones.
Meterse en la cabeza de la gente, saber cómo sienten, qué piensan cuando reciben el golpe del anuncio. Ese es el sueño de muchos publicistas para poder contentar a la empresa que los contrata y para poder conectar con la emoción que lleva al comprador a adquirir un producto, un perfume por ejemplo.
Hasta ahora, los publicistas lo único que podían hacer para saber si una campaña era efectiva o no era esperar. Este nuevo sistema les va a proporcionar los datos que necesitan en tiempo real.
El sistema informítico usa una pequeña címara de video para localizar las caras de cualquier persona que camine cerca de un anuncio publicitario. Nada escapa a su ojo vigilante y es capaz de determinar si la persona que pasa estí alegre, triste, sorprendida o rabiosa.
En tiempo real
La característica especial de nuestro software es que opera en tiempo real afirma el doctor Christian Kí¼blbeck, jefe del proyecto en el IIS, en un comunicado hecho público por el Instituto Fraunhofer, que ofrece asimismo la posibilidad de descargarse una demo del software
Es mís, es capaz de localizar y analizar un gran número de caras simultíneamente , añade Christian Kí¼blbeck. La característica facial mís importante usada por este sistema es el contorno de la cara, los ojos, las cejas y la nariz.
El software estí pasando un periodo de entrenamiento en el que se le presenta una gran cantidad de datos conteniendo imígenes de rostros. En una operación normal, el ordenador compara 30.000 características faciales con la información que aprendió previamente.
En un ordenador normal, los cílculos se generan con tanta rapidez que los cambios en los gestos de la cara se pueden seguir en tiempo real , explica Kí¼blbeck.
Tristeza y alegría
EL IIS ha terminado ya un prototipo bísico que es capaz de distinguir si estamos tristes o alegres, pero el equipo de informíticos sigue trabajando para que el sistema sea capaz de diferenciar otro tipo de emociones.
Por otro lado, el índice de acierto del software respecto a saber si quién estí frente a la címara es un hombre o una mujer es ya del 90%.
Las primeras aplicaciones del sistema parece que serín en el mundo publicitario, donde conocer exactamente cómo piensa la gente es determinante. Sin embargo, todo parece indicar que tendrí otras aplicaciones muy interesantes.
Por ejemplo, se podrí utilizar para testar si un programa de ordenador o un dispositivo electrónico es fícil de usar o no. El sistema monitoriza las expresiones faciales del usuario para determinar qué aspectos de ese programa o dispositivo le estín planteando problemas o le desagradan.
Otra de las ampliaciones, según sus responsables, puede interesar, y mucho, al sector de la automoción, ya que sería fícil incorporar este sistema en los nuevos coches para vigilar, por ejemplo, el nivel de concentración de los conductores. Si el software detectase un nivel bajo de concentración (por sueño, cansancio o distracción), el vehículo podría avisar al conductor para que reaccionase.
El problema de la privacidad
La extensión del dispositivo en vallas publicitarias quizí plantearía un problema con la privacidad de las personas. La vídeovigilancia es muy común en tiendas por motivos de seguridad. En muchas ciudades europeas no es difícil encontrar címaras en las calles mís conflictivas.
Este tipo de actuaciones tiene una gran variedad de derivaciones relacionadas con el derecho a la intimidad, sobre todo si se trata de si la gente estí siendo observada por motivos comerciales.
Los responsables de su desarrollo aseguran que no es su caso, ya que el software analiza los datos sólo desde bases puramente estadísticas. Es decir, no identifica individuos ni guarda información para después usarla. Sencillamente compila información y la proporciona después como estadística. No guardamos patrones para después intentar identificar a cada persona que ha pasado frente a la címara , puntualiza Kí¼blbleck
El ruido nocturno incrementa el riesgo de dolencias cardiacas
Vivir cerca de un aeropuerto no sólo es fastidioso. También es insalubre, de acuerdo a las conclusiones de un estudio científico apoyado por la Comisión Europea que determina que el ruido fuerte sube de forma instantínea la presión sanguínea de una persona... aunque esté durmiendo.
Cuanto mís fuerte sea el ruido, mís sube esa presión. Vivir cerca de aeropuertos en los que se estí expuesto al ruido nocturno de aeronaves es un problema importante , afirma Lars Jarup, el investigador de la Universidad de Glasgow (Reino Unido) que ha liderado el estudio.
Como es ampliamente conocido, unos niveles altos de presión sanguínea -o hipertensión, un mal que padecen mís de 1.000 millones de adultos en todo el mundo- pueden desembocar en infartos, fallos cardíacos o hepíticos.
En el estudio, que se ha desarrollado durante mís de cuatro años, los científicos han constatado que aquellas personas que vivieron durante al menos cinco años en una casa que estaba justo bajo la senda de despegue o planeo de un aeropuerto cercano, presentaban un mayor riesgo de desarrollar hipertensión que aquellos que vivían en zonas mís alejadas.
Relación directa y evidente
También se comprobó, en 5.000 personas, que cuando el nivel de ruido nocturno al que estaban expuestos los sujetos se incrementaba en 10 dB, la hipertensión era un 14% mís frecuente, independientemente del sexo.
Sabíamos que el ruido del trífico aéreo puede ser una fuente de irritación, pero nuestra investigación demuestra que también puede ser dañino para la salud de las personas, algo que es particularmente significativo a la hora de examinar los planes de expansión de los grandes aeropuertos internacionales , afirma Jarup.
En el estudio, los científicos también instalaron dispositivos para medir de forma remota la presión sanguínea de 140 residentes cerca del aeropuerto de Heathrow, uno de los que tiene el trífico mís denso de todo el mundo.
El peor ruido, el de los aviones
Cada 15 minutos, los dispositivos de grabación recibían los datos de la tensión de los voluntarios. Ademís, contaban con grabaciones de lo que ocurría en las casas durante la noche, con las que pudieron constatar qué tipo de ruidos eran los que mís afectaban a la tensión arterial.
Y es que, si el nivel de decibelios era el factor mís relevante (mís ruido, mís tensión), era el sonido del paso de los aviones el que peor le sentaba al cuerpo de los voluntarios.
En la mayor parte de casos (se constata) que el ruido de una calle o una carretera no es demasiado malo durante la noche. Pero si vives cerca de un aeropuerto con trífico nocturno, esa es otra historia completamente diferente , afirma Jarup.
Cuanto mís fuerte sea el ruido, mís sube esa presión. Vivir cerca de aeropuertos en los que se estí expuesto al ruido nocturno de aeronaves es un problema importante , afirma Lars Jarup, el investigador de la Universidad de Glasgow (Reino Unido) que ha liderado el estudio.
Como es ampliamente conocido, unos niveles altos de presión sanguínea -o hipertensión, un mal que padecen mís de 1.000 millones de adultos en todo el mundo- pueden desembocar en infartos, fallos cardíacos o hepíticos.
En el estudio, que se ha desarrollado durante mís de cuatro años, los científicos han constatado que aquellas personas que vivieron durante al menos cinco años en una casa que estaba justo bajo la senda de despegue o planeo de un aeropuerto cercano, presentaban un mayor riesgo de desarrollar hipertensión que aquellos que vivían en zonas mís alejadas.
Relación directa y evidente
También se comprobó, en 5.000 personas, que cuando el nivel de ruido nocturno al que estaban expuestos los sujetos se incrementaba en 10 dB, la hipertensión era un 14% mís frecuente, independientemente del sexo.
Sabíamos que el ruido del trífico aéreo puede ser una fuente de irritación, pero nuestra investigación demuestra que también puede ser dañino para la salud de las personas, algo que es particularmente significativo a la hora de examinar los planes de expansión de los grandes aeropuertos internacionales , afirma Jarup.
En el estudio, los científicos también instalaron dispositivos para medir de forma remota la presión sanguínea de 140 residentes cerca del aeropuerto de Heathrow, uno de los que tiene el trífico mís denso de todo el mundo.
El peor ruido, el de los aviones
Cada 15 minutos, los dispositivos de grabación recibían los datos de la tensión de los voluntarios. Ademís, contaban con grabaciones de lo que ocurría en las casas durante la noche, con las que pudieron constatar qué tipo de ruidos eran los que mís afectaban a la tensión arterial.
Y es que, si el nivel de decibelios era el factor mís relevante (mís ruido, mís tensión), era el sonido del paso de los aviones el que peor le sentaba al cuerpo de los voluntarios.
En la mayor parte de casos (se constata) que el ruido de una calle o una carretera no es demasiado malo durante la noche. Pero si vives cerca de un aeropuerto con trífico nocturno, esa es otra historia completamente diferente , afirma Jarup.
Crean una "máquina" capaz de dormir al más estresado en 30 minutos
Una empresa japonesa ha creado una “míquina de dormir” capaz de sumir en un profundo sueño a la persona mís estresada en menos de media hora, sin necesidad de ningún medicamento. Se trata de un espacio que reúne un sillón cama, paredes absorbentes, música suave y una pantalla de televisión que emite imígenes bucólicas, todo ello controlado por un ordenador que puede ser programado a medida, ya se desea dormir toda una noche o sólo una siesta. El despertar es tan suave y sofisticado como el dormir. El equipo ya se puede comprar por 25.000 euros.
Los problemas para conciliar el sueño forman parte del modo moderno de vida. La intensidad del trabajo, los estudios y los ordenadores disminuyen la eficacia del sueño, que debe regular la actividad diaria y servir de reequilibrio después del desgaste de la jornada.
Para dar respuesta a esta necesidad creciente de las sociedades modernas, una empresa japonesa ha creado lo que denomina “míquina de dormir”, que consigue que cualquier persona, sea cual sea su grado de inquietud en ese momento, duerma ocho horas de un tirón sin recurrir a medicamento alguno.
Se trata de un espacio concebido para facilitar el sueño que contiene una cama especial, una gran pantalla de televisión y paredes acogedoras que absorben todo el ruido. Todos estos elementos consiguen crear el ambiente adecuado para caer en un profundo y reparador sueño.
El juego de luces, el murmullo del viento que se crea en este entorno calman los nervios de la persona que quiere dormir. Su espalda es masajeada con suavidad al mismo tiempo por el mecanismo incluido en la cama que le acoge, lo que provoca el ansiado descanso. La televisión muestra un paisaje bucólico que completa el escenario ideal para dormir.
Sueño a medida
La persona puede diseñar el modelo de sueño pretendido, desde su duración (toda la noche o una siesta) hasta los ingredientes preferidos para provocar el estado necesario para descansar, mediante un programa de ordenador que combina el uso de todos los elementos de la “míquina de dormir”.
El proceso de dormirse dura alrededor de media hora y según sus creadores nadie puede impedir quedar dormido en ese espacio, equivalente al de una pequeña habitación de hotel.
La persona llega a este espacio y a través de un mando situado en la pared selecciona los elementos preferidos: piano o guitarra, escenas de mar o montaña, el canto de los píjaros.
La persona se acomoda en el sillón cama y empieza la sesión de sueño. A los pocos minutos las luces se debilitan, la pantalla de televisión se queda en blanco y la cama desciende hasta situarse en horizontal.
Despertar programado
Entonces el colchón se infla y comienza a masajear suavemente la espalda, estirando hasta el límite a la columna vertebral, liberando así las tensiones acumuladas en la espalda.
Finalmente, el colchón se desinfla, depositando suavemente al cuerpo sobre la superficie de la cama y cesa la música. El sueño así conseguido es profundo y se prolonga todo el tiempo escogido.
Pero el despertar también estí programado. Se realiza con suavidad, vuelve la música, el canto de los píjaros, las luces progresivas y en la pantalla de televisión aparece una ventana con las cortinas corridas que muestra un prado verde.
La cama se levanta y el paciente despierta sentado, en un entorno apacible, completamente recuperado después de una experiencia de sueño que no recordaba desde su mís tierna infancia. Nadie puede permanecer despierto después de media hora en este espacio, según sus creadores.
20 años de investigaciones
La empresa creadora de este invento se llama Matsushita Electric Works y el producto se denomina EMIT Suimin System. Creada el mes pasado después de 20 años de investigaciones en biociencias, la míquina de dormir ha estado expuesta esta semana en Tokio, donde todo el equipo puede adquirirse por 25.000 euros.
Sus creadores se basan en datos reales: el 31% de la población japonesa padece problemas de sueño debido al trabajo, los estudios o los ordenadores. Ademís, ya estín apareciendo productos como almohadas especiales e inductores de sueño para aportar soluciones a este problema.
No sólo en Japón. Los problemas del sueño comienzan sobre los 25 años en las sociedades desarrolladas, mucho antes de lo que se creía, y a partir de los 50 se empiezan a perder 27 minutos de sueño por decenio de vida, según una investigación de la Universidad de Chicago.
La investigación establece una clara relación entre el deterioro del sueño, el envejecimiento y las modificaciones en dos hormonas, la del crecimiento y el cortisol, que se vincula al estrés. Cuarenta millones de estadounidenses tienen problemas crónicos de sueño, particularmente dificultad para dormirse o sueño esporídico.
Solución paliativa
Se considera que existen al menos 84 tipos de alteraciones del sueño y de la vigilia que interfieren en la calidad de vida y en la salud personal, ademís de poner en peligro la salud pública.
Entre dichos trastornos se incluyen los problemas para mantenerse despierto o mantener un ciclo regular de sueño y vigilia, el sonambulismo, la enuresis nocturna, las pesadillas, el insomnio, el síndrome de las piernas inquietas, los ronquidos y el síndrome de la apnea del sueño.
La míquina de dormir pretende solucionar algunos de estos problemas, cuyo origen muchas veces escapa incluso a la medicina, por lo que su real alcance serí limitado.
Mís bien puede considerarse por ello que la míquina de dormir es un paliativo al problema del sueño que padecen las sociedades modernas, cuya solución se encuentra mís en cambios que afectan a los modos de vida, que en técnicas para provocar el sueño creando circunstancias artificiales que engañan al cerebro.
La capacidad para afrontar el cambio es el nuevo talento
Ocho factores han sido identificados como determinantes de los cambios que se avecinan y que provoarín profundas transformaciones socioeconómicas en la presente década. Sin un incremento substancial de nuestro talento para digerir altas dosis de novedad y cambio, ninguna combinación de recetas, por buena que sea, va a funcionar como debiera.
La aceleración de los cambios aparece como la principal característica de nuestros días. Hay una gran cantidad de factores que intervienen en la intensificación del cambio. Los que parecen ser claves en el curso de los próximos 10 años son los siguientes:
La irrupción de productos manufacturados a muy bajo coste, procedente de países emergentes; la deslocalización; el aumento de la presión migratoria; la desregulación de la producción agrícola; la intensificación de la carrera hacia estíndares de calidad mís altos, a costes mís bajos; la aceleración tecnológica; la creciente obsolescencia del actual modelo de economía postindustrial; la explosión en la producción de nuevo conocimiento y cambio de paradigmas.
La confluencia de estos 8 factores, junto con otros, induce una turbulencia expansiva a escala planetaria, que se retroalimenta. Bajo sus efectos, se acelerarín todavía mís las transformaciones económicas, a mís gran escala y, posiblemente, a veces, hacia algunas direcciones totalmente inesperadas. Lo que deseo poner de relieve es que, sea de una manera o sea de otra, la cantidad de cambios que vamos a tener que afrontar va a ser ingente.
¿Qué hacer frente a la oleada de cambios?
Cuando se habla de lo que necesitamos para afrontar los años que se avecinan, se suelen mencionar una o varias de estas recetas:
Mejorar la formación, promover la formación permanente; potenciar la investigación; fomentar la innovación; asimilar la nueva tecnología; gestionar el conocimiento; externalizar; deslocalizar; buscar economías de escala; aplicar el rigthsizing y el downsizing; potenciar la calidad; potenciar la inteligencia y la destreza emocionalÂ…
El botiquín de ideas parece bien surtido, pero el problema no radica únicamente en establecer cuíl debe ser la combinación mís apropiada de recetas. El verdadero problema es la administración de estas recetas a altas dosis, tal como requiere la situación.
De nada sirve proponerse potenciar la formación, asimilar la tecnología, externalizar y deslocalizar actividades, potenciar la calidad, etc., si al intentarlo se produce una congestión general. Por lo tanto, lo mís importante de todo es asimilar la ingesta, sin que aparezcan problemas de saturación de novedad, empacho, ni otros efectos adversos.
La impresión es clara: el escollo mís importante de todos cuantos debemos sortear a partir de ahora consiste en aumentar nuestra capacidad para afrontar y absorber cambios. Sin un incremento substancial de nuestro talento para digerir altas dosis de novedad y cambio, ninguna combinación de recetas, por buena que sea, va a funcionar como debiera.
Capacidad para afrontar cambios
Cada época se caracteriza por los recursos que le son mís cruciales. Si durante la industrialización, las materias primas como el carbón y el acero, fueron recursos cruciales y mís tarde, en las sociedades postindustriales, la información y las comunicaciones han jugado un papel capital, ahora, con la aceleración de los cambios, la capacidad de la población para afrontar y asimilar nuevas situaciones, se estí convirtiendo en el recurso capital.
Pero a diferencia de los recursos naturales, que son finitos, la capacidad para afrontar cambios se puede cultivar y expandir. Y las sociedades y los grupos que lo logren dispondrín de una ventaja competitiva enorme con respecto a los demís.
La vía para potenciar este recurso arraca y da sus primeros pasos en los años 90 y se conoce como la Gestión del Cambio.
Qué es la gestión del cambio
Las transformaciones económicas registradas sobre todo a partir de 1985 y las nuevas dificultades surgidas como consecuencia de ellas, han estimulado la aparición de un nuevo cuerpo de conocimiento construido alrededor del concepto de Gestión del Cambio.
Se trata de un campo interdisciplinar en el que confluyen la sociología, la psicología, la antropología, la economía y también la teoría de sistemas, la ingeniería institucional y el diseño cultural.
Su objeto es facilitar los procesos de cambio, de forma que puedan ser realizados de forma mís eficiente, con mayor celeridad, con un desgaste emocional menor, reduciendo las mermas de productividad que surgen durante las transiciones, aprovechando mejor las oportunidades de renovación que aparecen en el cruso de la transformación, minimizando las secuelas ulteriores y, finalmente, potenciando la capacidad de cambio de la organización, para afrontar los retos siguientes.
Llegar a buen fin
La solución a los problemas que se acumulan en un mundo cada día mís acelerado ya no pasa únicamente por dilucidar si conviene hacer esto o aquello, sino que se centra en conseguir llevar a buen fin todo aquello que parece necesario. Y ésto último depende de la capacidad para llevar a cabo cambios, con un mínimo de efectos adversos, con rapidez y con eficacia.
Por este motivo, el desarrollo de la Gestión del Cambio aparece como uno de los recursos claves para afrontar el futuro inmediato
Hallan el mecanismo que ayuda a los mosquitos a sobrevivir en invierno
El hallazgo obtenido en esta investigación amplía el conocimiento sobre el ciclo de vida de los mosquitos y parece esclarecer un poco cómo otras especies de insectos e invertebrados soportan los meses de invierno.
Los días mís cortos del otoño activan en ciertas especies de mosquitos la diapausa, un período de adormecimiento y desarrollo detenido, un estado parecido al de la hibernación, que les permite sobrevivir al invierno. Pero esta nueva investigación ha determinado que una respuesta hormonal estí detrís de la capacidad del mosquito para almacenar grasa extra y detener la actividad reproductora en preparación para sus largos meses de inactividad.
El laboratorio de David Denlinger, uno de los autores del estudio y profesor de entomología en la Universidad Estatal de Ohio, estí trabajando con el Culex pipiens, un mosquito común en Estados Unidos y la especie portadora del virus del Nilo Occidental en Norteamérica. í‰l y sus colegas han identificado varios genes en este mosquito que funcionan dentro de la senda de la señalización de la insulina, el mecanismo necesario para que se inicie la diapausa. Sin embargo, se concentraron en dos genes que al parecer tienen el mayor poder para regular la transición del insecto hacia un estado inactivo.
Interrumpiendo las funciones de estos dos genes, los científicos fueron capaces tanto de imitar las circunstancias hormonales que desencadenan la diapausa, como de interrumpir la retención de grasa durante esta última. Ello denota una función separada para cada gen.
Esta supervivencia invernal es una fase del todo crítica. Muchos insectos no pueden sobrevivir al invierno a menos que entren en un estado de inactividad. De modo que los investigadores estín intentando entender cómo se regula este estado inactivo. Existe la posibilidad de que se logre manipular estos genes de tal manera que el mosquito no pueda sobrevivir al invierno.
Crean un árbol sintético que transporta agua
Científicos de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos, han creado un sistema de microfluidos que funciona como un írbol natural, siendo capaz de transportar agua sin necesidad de bombearla mecínicamente. Se trataría por tanto del primer írbol sintético, y ha sido generado con un hidrogel -un material polimérico comúnmente utilizado en la fabricación de lentes de contacto- cuyos poros eran de tamaño nanométrico. En dichos poros quedó atrapada el agua, generando presiones negativas de la magnitud de las observadas en los írboles, lo que permitió trasladar agua a grandes distancias, e incluso a partir de fuentes parcialmente secas. Por otro lado, la fuerza con que el agua fue transportada fue varias veces mayor que la que se produce dentro de un írbol real. El sistema podría utilizarse para mover líquidos y calor de forma pasiva, y para la extracción de agua de suelos con escasa humedad.
Los írboles pueden transportar agua desde sus raíces, por todo el tronco, y hasta sus ramas y hojas mís altas, en las que, finalmente, el agua se evapora. Este sorprendente proceso de tecnología punta natural ha sido emulado por científicos de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos, que han conseguido crear, a partir de un sistema de microfluidos, el primer írbol sintético capaz de transportar agua.
Según publica la revista Technology Review, este írbol artificial supondría una nueva forma de trasladar líquidos a través de grandes distancias sin necesidad de usar bombas mecínicas.
Los creadores de este sistema, Abraham Stroock, profesor de ingeniería biológica y química en Cornell, y el estudiante Tobias Wheeler desarrollaron el modelo utilizando hidrogel, que es un material que se usa en la fabricación de lentes de contacto.
Este compuesto polimérico tiene la capacidad de retener cantidades sustanciales de agua. Su consistencia es suave y elística, y sus propiedades son similares a las de los tejidos vivientes.
Imitación de la transpiración vegetal
Gracias a un tipo concreto de hidrogel, los científicos fabricaron un írbol que simula el proceso de transpiración y de acción capilar que permite a los írboles dirigir la humedad hacia arriba desde las raíces, y hasta las ramas mís altas.
La evaporación de las hojas es lo que tira del agua hacia arriba a través de la planta, en el proceso conocido como transpiración. Esta evaporación ocurre porque las plantas necesitan tomar del aire el dióxido de carbono necesario para realizar la fotosíntesis.
Cuando las hojas abren sus células para la difusión del CO2, el agua sale hacia fuera mucho mís rípido. La acción capilar, por su parte, es la elevación de los líquidos debida a la tensión superficial y a las fuerzas de cohesión y de adhesión.
Según explicaron los científicos en un artículo aparecido en Nature, el írbol sintético reproduciría, en definitiva, las principales características de transpiración en las plantas.
Según informa la Universidad de Cornell en un comunicado, esta reproducción demuestra que la teoría de que la transpiración en írboles y plantas es un proceso puramente físico, que no requiere energía biológica, podría ser cierta.
En qué consiste
El írbol sintético, que en realidad no tiene la apariencia de un írbol natural, consiste en dos círculos situados uno al lado del otro en el gel. Estí asimismo diseñado con canales de microfluidos uniformemente divididos en espacios, para imitar el sistema vascular de los írboles.
En la naturaleza, los írboles aprovechan el agua gracias a unos tejidos tubulares denominados xilemas, que son como cuerdas que tiran de dicha agua desde el suelo y la distribuyen hacia las hojas. El agua en el xilema es manipulada con presión negativa, en lo que se llama un estado metastable (entre vapor y líquido).
El xilema es, por tanto, el tejido leñoso capaz de conducir líquidos en las plantas vasculares. Junto con otro tejido vascular, el floema, forma de hecho una red continua que se extiende a lo largo de todo el organismo de la planta. El sistema ideado por Stroock y Wheler emula dicho tejido.
Esta imitación, inicialmente, no era problemítica ya que los capilares similares al xilema son relativamente fíciles de crear utilizando la microfabricación, explica la Universidad de Cornell. La dificultad radicó empero en la selección del material exacto para crear un sistema tan eficiente como el natural.
Tipo de material
En concreto, los científicos utilizaron un hidrogel de PHEMA (de polihidrixetilmetacrilato) para formar las membranas de la planta .
Este hidrogel tiene poros de escala nanométrica en los que se retiene el líquido, lo que provoca la acción capilar que genera la tensión en el agua.
Los investigadores sabían que cada uno de estos poros no podía medir mís de 10 nanómetros -un nanómetro es la milmillonésima parte de un metro- o, de lo contrario, no podrían retener el líquido y el sistema entero se secaría a través de cada poro.
Así, mimetizando los capilares del xilema en este hidrogel, los científicos pudieron crear presiones negativas de la magnitud de las observadas en los írboles, y de bombear agua a largas distancias, y a partir de fuentes parcialmente secas.
La fuerza con que el agua fue transportada fue varias veces mayor que la que se produce dentro de un írbol real.
Posibles aplicaciones
Según Stroock, el sistema del írbol artificial podría usarse para mover líquidos pasivamente, sin necesidad de bombas mecínicas. En aplicaciones de transferencia de calor, podría servir para enfriar pequeños dispositivos, como ordenadores portítiles, o dispositivos mayores, como vehículos o edificios.
Asimismo, se podría utilizar también para reparar suelos degradados. Así, en lugar de necesitar inundar estos suelos con agua para sacar de ellos los contaminantes, un írbol sintético podría sacar directamente de los suelos el agua contaminada.
Por último, podría servir para crear medios mís efectivos de extracción de agua de suelos con escasa humedad.
El gen de la monogamia podría actuar también en humanos
Una investigación realizada en humanos ha desvelado la existencia de ciertas variantes genéticas en la conformación del gen AVPR1A que se traducirían en una mayor o menor disposición y aptitud hacia la vida en pareja. Eso significa que la actividad de ese gen influiría en la calidad de la vida conyugal y muy probablemente interferiría en la orientación de nuestro mundo afectivo.
Para ello escogieron 552 pares de gemelos que llevaban mís de cinco años conviviendo con sus parejas y estudiaron la calidad de su relación marital y su posible conexión con las distintas variantes personales que ese gen presentaba.
El resultado de su trabajo ha puesto en evidencia una evidente, aunque modesta correlación, entre algunas variantes genéticas halladas en la región 5 de ese gen y ciertas diferencias en la aptitud para la vida en pareja de los hombres (una relación no confirmada en las mujeres).
Así, los portadores del alelo 334 (presente en el 40 % de los sujetos estudiados) eran mís remisos al matrimonio, mís dados a romperlo, mís propensos a la infidelidad y sus relaciones solían conllevar un menor grado de satisfacción de sus parejas.
Este resultado se hizo aún mís evidente cuando llevaban dos copias de ese alelo (algo que solo ocurría en el 3,45 % de los casos) pues entonces llegaban a doblar el porcentaje de los que cohabitaban sin casarse o de los que habían presentado problemas matrimoniales durante el último año.
¿Gen de la infidelidad...?
Ciertos medios de comunicación han fijado su atención en el comportamiento inducido por la presencia del alelo 334, hasta el punto de bautizarlo como el gen de la infidelidad.
Sin embargo no podemos olvidar que la sexualidad se presenta en toda la escala animal con una orientación universalmente promiscua. Hasta el punto de que se puede asegurar que las especies monógamas lo son porque han añadido a su patrimonio genético algún gen (o grupo de genes) que les constriñe a ello.
Por eso la disparidad reflejada en este trabajo no traduciría la existencia de un gen que empuje hacia la infidelidad (algo que no haría falta, puesto que la sexualidad por si sola, sin la asistencia de alguno de esos genes mencionados en el pírrafo anterior, siempre es infiel), sino por el contrario la de un gen que propiciaría la vida en pareja y al que la presencia de ese alelo 334 volvería menos activo.
Algo que reconocen sus propios autores cuando escriben: estos resultados sugieren una asociación entre un simple gen y el comportamiento de pareja en humanos e indicaría que la bien caracterizada influencia del AVP en los lazos de pareja de los ratones de campo podría tener también relevancia en humanos .
Un segundo hallazgo sería que hay variantes en la secuencia de ese gen, que aminoran (o tal vez borran por completo) la que podríamos considerar como su actividad normal, lo que se traduciría en que sus portadores no presentarían ese impulso hacia la vida en pareja o, cuando menos, no con la misma fuerza que los demís.
Según este trabajo los efectos de la presencia de esas variantes, sobre todo cuando sólo afectan a una de las copias, son modestísimos y no permitirían predecir con seguridad futuros comportamientos.
Algo que en realidad era de esperar. Los dictados biológicos en nuestra especie nunca van a resultar tan determinantes como en las otras, pues la presencia de nuestro cerebro nos permite una gran libertad respecto a los que puedan ser nuestros impulsos innatos; y por si fuera poco la cultura y el marco sociológico en que nos movemos también dejan su impronta.
... mís bien gen del amor
Así pues, según esta investigación podríamos estar dotados de un gen que nos predispondría hacia la vida en pareja (aunque los datos obtenidos sean poco concluyentes, lo que nos obliga a esperar el resultado de otros estudios similares). De ahí que se le haya llamado gen de la monogamia, de la pareja o de la fidelidad.
Sin embargo todo parece sugerir que la acción de ese gen no se limitaría a dar una mayor estabilidad a la pareja ya formada sino que, de alguna forma, facilitaría su constitución. Es decir llevaría a cabo en nosotros una misión similar (aunque de efectos mucho menos notorios) a la que ejercería en los ratoncillos de pradera.
Para cumplir esa función, ese gen tiene que tener la virtud de poder impulsar y mantener, cuando menos por un cierto tiempo, una atracción hacia una persona determinada. Un apego que nacería en el mundo instintivo, pero que afloraría a la conciencia como un sentimiento especial. Una inclinación, un afecto o un cariño que no serían mís que algunas de las acepciones que incluimos en la palabra amor. De ahí que tampoco sería tan disparatado denominarlo el gen del amor .
Visión precursora
Y esa fue nuestra elección cuando hace doce años nos enfrentamos a estos problemas (L. S. Lario, M. Lario y S. Lario, El gen del amor, Barcelona, Ediciones del Bronce, 1996). Porque, lo verdaderamente revolucionario de todo esto, sería la posible presencia en nosotros de un gen capaz de interferir, y en muchos casos guiar, nuestro mundo afectivo.
Un hecho hasta ahora insospechado que abriría ante nosotros horizontes nunca contemplados. Un desafío al que, dada la importancia que los avatares del mundo sentimental suelen tener para nuestra felicidad, tendremos que dedicar desde ahora mís atención.
No puedo terminar sin tan siquiera hacer mención de que aquel libro ya se decantaba por las dos propuestas que este trabajo parece confirmar: la de que, en nuestra preferencia por la vida en pareja, pudiese estar implicado un gen; y la de que la disparidad con que afrontamos este tema pudiese reflejar diferencias genéticas (véanse sus capítulos El gen del amor y Posibles desigualdades en el patrimonio genético ).
Proyectan obtener energía de la atmósfera gracias a un autogiro
Con la ayuda de un autogiro, ingenieros norteamericanos pretenden situar a miles de metros de la superficie terrestre un aerogenerador de 240 kilowatios de potencia que costarí unos cuatro millones de euros. Un cable de un material aún sin definir traerí la energía obtenida hasta la Tierra, para su distribución por las redes eléctricas. Las posibilidades de este sistema son casi ilimitadas, puesto que con sólo un 1% de la energía que producen los vientos de alta altitud, las necesidades eléctricas del planeta entero quedarían cubiertas. Pero todavía quedan muchos problemas técnicos por resolver para que este sueño se haga realidad.
Ingenieros norteamericanos consideran posible conseguir energía eléctrica a partir de las corrientes a presión de la atmósfera, instalando en el cielo dispositivos que capten la energía de dichas corrientes aéreas y la hagan descender a la Tierra para cubrir el 100% de nuestras necesidades.
Se trata de una fuente de energía que funciona noche y día y durante 365 días al año y que se encuentra a tan sólo unos kilómetros por encima de nuestras cabezas. Por tanto, lo único que se debe hacer es idear la manera de recogerla y traerla a la superficie terrestre a un coste efectivo y de manera segura.
Investigadores de la universidad de Standford, en Palo Alto (California), señalan en un artículo publicado en la revista IEEE Transactions on Energy Conversion que los llamados Flying electric generators (FEGs) servirín para aprovechar la potente y continua energía cinética presente en vientos de alta altitud.
Grandes cometas
Para ello, pondrín en marcha generadores de energía similares a las cometas que puedan sacar partido a las corrientes a presión que normalmente circulan de oeste a este a entre 10 y 15 kilómetros de altura, en el hemisferio norte del planeta, y a una velocidad de mís de 500 km/h.
La electricidad capturada por los generadores sería posteriormente transmitida a la Tierra a través de cables de cobre o de aluminio, e incluso a través de rayos de microondas, aseguran los ingenieros. Así, llegaría hasta las centrales eléctricas para su distribución.
Al contrario que otras fuentes de energía eléctrica, ademís, estas grandes cometas no contaminarían, porque estarían a demasiada altura para oírlas e, incluso, para verlas desde aquí. Según ha declarado uno de los autores de dicho artículo al diario San Francisco Chronicle, el científico atmosférico Ken Caldeira, del Department of Global Ecology de la universidad de Standford, sólo con lograr capturar el 1% de la energía de los vientos de alta altitud, tendríamos suficiente para suministrar al planeta entero .
Antecedentes australianos
í‰sta no es la primera vez que se investiga en míquinas que aprovechen los vientos de las alturas. En 2005, la revista Wired publicaba que un ingeniero australiano llamado Bryan Roberts, de la University of Technology de Sydney, planeaba construir un estación de energía en el cielo, a 4.500 metros de altura.
Tras 25 años de investigación, Roberts había conseguido diseñar una especie de helicóptero capaz de elevar un aerogenerador a gran altura, allí donde los vientos son mís persistentes y fuertes. Este proyecto aspiraba a producir tres veces mís de energía que la planta nuclear mís potente de Estados Unidos.
Roberts llegó incluso a probar un prototipo pequeño a no muy gran altura, con el que demostró que podía generarse electricidad con este sistema y transmitirla a la Tierra.
El proyecto de Caldeira y sus colegas consiste en crear un sistema mucho mayor y comercialmente viable y para cuyo desarrollo se necesitan millones de euros. La investigación sería larga, puesto que quedan varios elementos clave por definir.
Elementos clave
Según explica el mencionado artículo del San Francisco Chronicle, los ingenieros deberín decidir los materiales que deben componer la estructura del artefacto, para que pueda resistir los vientos de la atmósfera y encontrar la manera de ajustar la posición de los generadores en función de las direcciones e idas y venidas de las corrientes en el cielo.
Por otro lado, otro difícil desafío sería determinar el tamaño apropiado y la composición del cable que deberí trasladar la electricidad a la Tierra. Asimismo, antes de ponerlos en marcha habrí que determinar cuestiones como el peligro medioambiental de los dispositivos (que podrían afectar a los píjaros) y el peligro para los aviones.
El prototipo que pretenden crear los ingenieros de la Universidad de Standford, según el artículo aparecido en IEEE , pretende ser un aerogenerador de 240 kilowatios de potencia que costarí unos cuatro millones de euros.
Origen de la energía
Tal y como explican los científicos en dicho artículo, existen dos corrientes a presión principales en nuestro planeta, una subtropical y otra en el llamado Frente Polar (frente casi permanente de las latitudes medias que separa el aire polar relativamente frío y el aire subtropical relativamente cílido).
Esta dos enormes corrientes de energía se forman por la combinación de la incidencia de la luz del sol en la región tropical y la rotación terrestre. El viento resultante estí invariablemente disponible, por lo que podría ofrecer enormes beneficios si se llega a aprovechar.
Se han analizado ya diversos sistemas para capturar esta energía, como globos aerostíticos y aeronaves rotatorias, entre otros, pero estos ingenieros han optado por una variante del llamado autogiro con cuatro o mís rotores para la realización de su prototipo.
El autogiro es una aeronave de ala rotativa que vuela como los aviones, aunque su ala es un rotor que gira por la acción del viento que lo atraviesa de abajo hacia arriba. Es un híbrido entre aeroplano y helicóptero. La diferencia con este último es que el rotor no estí conectado al motor de la aeronave, sino que «autogira» impulsado por el aire, al contrario que en el helicóptero, en el que la propulsión y la sustentación se producen en un rotor impulsado por el motor.
Un hallazgo mineral explica el paisaje de Marte
Los satélites que orbitan Marte nos muestran imígenes de cañones y barrancos que parecen haber sido creados por una inundación u otro fenómeno rípido capaz de depositar grandes cantidades de sedimentos. Los vehículos exploradores, que deambulan actualmente por la superficie del planeta, también van encontrando huellas de la antigua presencia de agua en la superficie marciana.
Ron Peterson, geólogo de la Queen s University, también cree que Marte fue bastante mís húmedo en el pasado. Todas las imígenes que transmiten los vehículos exploradores muestran capas en las rocas que son indicativas de sedimentos manipulados por el agua. Este tipo de sedimentación, rípida, habría requerido una buena cantidad de agua sobre el planeta en alguna etapa de su historia. El estudio de Peterson sugiere que estos descubrimientos podrían proveer datos sobre cómo se puede extraer en las condiciones mís óptimas una muestra de la superficie marciana para transportarla a la Tierra y analizarla a fondo.
El descubrimiento fue hecho en el frío garaje de Peterson utilizando epsomita (sulfato de magnesio). Dejó que una solución se cristalizase varios días a temperaturas por debajo de 0 grados centígrados, lo cual hizo que se formasen cristales que tienen propiedades inusuales. Los cristales fueron luego fundidos rípidamente, y como resultado se creó una textura característica, como de canales y barrancos, muy similar a la que se ve en muchos terrenos marcianos.
Esa clase de superficie tan típica en Marte pudo haber sido creada de un modo similar al patrón obtenido por Peterson en su garaje. í‰l sugiere que en un pasado lejano, el agua interactuaba con las rocas en la superficie del planeta, creando un cóctel ícido, que forjó capas de material. Cuando la capa superficial se derritió, dio lugar a la topografía que los vehículos de exploración nos muestran hoy.
Las conclusiones de este estudio pueden ayudar a los científicos a lograr un mejor conocimiento de las pautas por las que se rige una buena parte de la topografía marciana. Aunque hay muchas diferencias entre la Tierra y Marte, como por ejemplo la atmósfera y la gravedad, hay bastantes cosas que son parecidas. Es otro mundo, pero algunos de sus procesos pueden reproducirse aquí en la Tierra con relativa facilidad
Descubren una especie de pájaro extinguido hace 140 años
Un especie de píjaro de los humedales, que se creía extinguida tras ser vista por última vez hace 140 años en la India, ha sido redescubierta en Tailandia, ha informado la prensa local citando a un equipo de ornitólogos.
Un ejemplar de éste pequeño píjaro, cuyo nombre científico es Acrobe phalus orinus , fue atrapado por un equipo de ornitólogos de la universidad tailandesa de Mahidol el pasado año, aunque el anuncio se ha hecho después de conocer el resultado de las pruebas.
Philip Round, lector de la Universidad, indicó que las pruebas de ADN efectuadas confirmaron que el píjaro encontrado en un humedal de la provincia de Petchaburi, a unos 150 kilómetros al sur de Bangkok, es de la misma especie que el ejemplar que se guarda en el Museo de Ciencias Naturales de Londres.
Según la organización Birdlife International , el hallazgo es un incentivo para continuar en India la búsqueda de ejemplares de esta misma especie, sobre la que estí aún por determinar si se trata de un ave migratoria.
DESCUBREN PORQUE HAY MAS MUJERES QUE HOMBRES
Un estudio ha dado razones por las cuales hay mís mujeres que hombres en el mundo. Todo remite a una herencia genética de sus antepasados, según la revista Psicología Evolutiva.
Es evidente que hay muchas mís mujeres que hombres. Un estudio publicado en la revista científica Psicolgía Evolutiva encuentra las razones de este hecho en el ADN de los varones, los cuales poseen una tendencia a conquistar.
Entre la adolescencia y la edad adulta mueren tres hombres por cada mujer fallecida, salvo en lugares donde la situación de la mujer es demasiado precaria, según investigadores. Después de analizar diferentes factores, llegaron a la conclusión que esto se debía a la tendencia innata de los hombres a conseguir el favor de las mujeres.
Las mujeres gastan muchas energías en el embarazo, el parto y en cuidar al bebé nacido. Sin embargo, los hombres apenas gastan energía en la reproducción, por lo que no les supone un problema intentar emparejarse varias veces y a menudo. Pero, para ello, es necesario el consentimiento de la mujer y pelear con otros machos por conseguirla.
Este estudio puede ser interesante a efectos de nuestros antepasados. Pero debemos preguntarnos si es vílido para los tiempos que vivimos. Tenemos que tener en cuenta que hoy la reproducción no entraña ningún riesgo para la mujer y son pocos los hombres que tienen hijos con varias mujeres.
Crean un dispositivo capaz de medir el lenguaje no verbal
Crean un dispositivo capaz de medir el lenguaje no verbal
Investigadores del MIT han creado un dispositivo capaz de medir el lenguaje no verbal. Lo han llamado sociómetro y registra factores como el tono de la voz o la movilidad corporal mientras se habla. Con estas señales honestas se pueden predecir los efectos de cualquier conversación o el resultado de una entrevista de trabajo. El dispositivo se basa en que en nuestros intercambios de comunicación es mís importante lo que no decimos que lo que decimos, señalan estos investigadores, ya que sirve para comprender las verdaderas intenciones de los otros.
Lo que decimos en una conversación -ya sea en una primera cita, en una entrevista de trabajo o en cualquier otra situación- podría ser menos importante que la forma en que lo decimos, señala un equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT). En realidad, lo que decidirí o no el efecto de nuestras palabras en los otros serín las señales sutiles que las acompañen.
El investigador Alex Pentland trabaja desde hace años, con una docena de colaboradores mís, en la comprensión de estas señales, tan sutiles, que ni los emisores ni los receptores somos conscientes de ellas cuando hablamos unos con otros.
La impresión que nos causan las personas o que nosotros causamos a los demís a la hora de relacionarnos y de comunicarnos depende de factores que funcionan a nivel inconsciente, y que estín relacionados con cuestiones como si los patrones de nuestro discurso se corresponden con los patrones discursivos de los otros, el nivel de actividad física que mostramos al hablar o el tono con que establecemos nuestras conversaciones.
Todos estos factores, tan leves que no son conscientes, suponen señales honestas que informan sobre lo que realmente estí pasando y que, ademís, sirven para predecir el resultado de nuestras comunicaciones, señalan los investigadores en un comunicado publicado por el MIT.
Medidores especiales
Pentland y sus colegas han estudiado estas señales honestas analizando decenas de miles de horas de datos recopilados por unos dispositivos especiales, del tamaño de una tarjeta de crédito, que registran los movimientos y la voz de las personas.
Bautizados por Pentland como sociómetros , estos dispositivos han servido para registrar y cuantificar ese lenguaje que todo el mundo entiende y utiliza de forma intuitiva, a pesar de que nadie se da cuenta de que existe.
Utilizando estos datos, sin saber lo que realmente se dijo en las conversaciones que se desarrollaron mientras los sociómetros funcionaban, Pentland pudo predecir el resultado de diversas conversaciones, como entrevistas de trabajo o planificaciones de inversión en negocios, con mayor exactitud de la obtenida a partir de cualquier otro recurso.
Recientemente, Pentland ha publicado el libro Honest Signals sobre los resultados de estas mediciones.
Canales de comunicación muy antiguos
Los aspectos que, según los investigadores, en nuestro comportamiento no-verbal ayudan a predecir el resultado de nuestros encuentros verbales serían muy similares a los que se dan en los animales.
Esto se debe a que, según Pentland, los canales no-lingí¼ísticos de comunicación medidos por los sociómetros se habrían desarrollado en nuestros ancestros mucho antes de la aparición y evolución del lenguaje, dando lugar a una manera mís primitiva y profunda de comprensión de las intenciones, de coordinación de las actividades y de establecimiento de las relaciones de poder dentro de los grupos.
La mitad de nuestras decisiones son vaticinadas por estos canales inconscientes, que son exactamente los mismos que se pueden observar en monos cuando éstos coordinan sus actividades comunes sin el uso del lenguaje oral , declaró Pentland.
Sus investigaciones han sido realizadas con grupos de personas, como asistentes a una conferencia o empleados de una misma empresa, a los que se les pidió que llevaran los sociómetros durante periodos diversos de tiempo. Como mínimo un día y como míximo un mes.
Decisiones no racionales
Los sociómetros, que incluyen un micrófono para registrar voces y acelerómetros para medir los movimientos de las personas, son un poco mís pequeños que las clísicas tarjetas identificativas de los congresos.
En el futuro, Pentland y sus colegas esperan poder registrar y medir todos estos factores a través de teléfonos móviles especialmente programados.
Los resultados de las mediciones señalaron una fuerte relación entre las formas inconscientes de comunicación y las decisiones que se tomaron posteriormente lo que, según Pentland, socavaría la percepción que tenemos de que nuestras decisiones las hacemos en función de factores racionales y conscientes. Simplemente, los datos demuestran que esto no es cierto.
Tal y como explica Pentland en su libro, la razón es que estos canales no son sólo un complemento de la comunicación verbal o del lenguaje consciente, sino una red de comunicación independiente que permite saber si el otro estí mintiendo, si nos presta atención o si verdaderamente tiene interés. Es decir, nos permite conocer y expresar nuestras verdaderas intenciones y las de los demís.
Aprovechar el conocimiento
Conocer esta red de comunicación puede aprovecharse, señala Pentland, para mejorar redes sociales, y para convertirnos en mejores gestores, trabajadores y comunicadores. También para predecir, por ejemplo, los resultados de unas elecciones. Según el científico, el tono y el ritmo del discurso de los candidatos a la presidencia en los debates televisados permiten saber quien va a ganar las elecciones. Pentland asegura que aquél que ha impuesto el tono del debate ha sido el ganador (en Estados Unidos) en cada elección, desde 1960.
Por otro lado, la recopilación de los datos recogidos puede usarse también en las empresas, para predecir los resultados de las interacciones entre los trabajadores, y para conocer la productividad de diferentes grupos de personas dentro de una compañía.
En otro artículo publicado por el MIT a este respecto, se explica cómo la compañía britínica Vertex Data Science mejoró en 2006 el rendimiento de sus operadores telefónicos de venta sólo enseñíndoles a fluctuar la voz cuando hablaban. Pentland y sus colaboradores les ayudaron a conseguirlo midiendo los tonos de voz de dichos operadores.
Así, descubrieron que los operadores que variaban poco el tono de voz durante sus conversaciones parecían demasiado autoritarios. Por el contrario, los operadores mís atentos y no insistentes, conseguían con mayor facilidad que las personas que llamaban comprasen. Este conocimiento sirvió para entrenar a los operadores en la conversación, aumentando el rendimiento de las ventas telefónicas de la compañía en un 20%.
Un estudio sugiere que el léxico habría evolucionado para optimizar los recursos cerebrales
Los diccionarios poseen miles de píginas repletas de definiciones. Aunque esto estí lejos de ser sucinto, un estudio sugiere que un manual de referencia estí meticulosamente organizado para ser tan conciso como sea posible, un formato que se asemeja a la manera en la que el cerebro categoriza y dota de sentido a las incontables palabras de nuestro vasto vocabulario.
Para aquel que estí en sus primeros años de estudio, o que estí aprendiendo una segunda lengua, puede ser frustrante intentar saber el significado de una palabra desconocida en un diccionario. Si se consulta una palabra en uno de estos manuales su definición nos remite a otras palabras, y éstas a otras y así sucesivamente.
El estudio de Mark Changizi, del Rensselaer Polytechnic Institute, sugiere que todas las palabras se basan en un pequeño número de palabras elementales. Es como si esas palabras fueran los ítomos a partir de los cuales se formaran todos las moléculas . Según este investigador es como si la organización a gran escala de un diccionario hubiera sido dirigida en el tiempo de acuerdo a cómo la mente humana sistematiza las palabras y sus significados.
Los diccionarios se construyen como una pirímide. Las palabras mís complejas, como antílope o atún , se sitúan en la cumbre y son definidas mediante palabras mís bísicas situadas por debajo en la pirímide. Eventualmente todas las palabras estín relacionadas con un pequeño número de palabras elementales o atómicas , como grupo , o acción , que son tan fundamentales que no pueden ser definidas en términos otras mís simples. El número de niveles de definición que se necesitan para definir una palabra a partir de otras palabras hasta llegar a las palabras elementales se denomina nivel jerírquico de la palabra.
El estudio indica que los diccionarios que usamos habitualmente utilizan aproximadamente valores óptimos en los niveles jerírquicos. Ademís proporciona un mapa visual sobre cómo el léxico por sí mismo ha evolucionado culturalmente en decenas de miles de años para ayudar a minimizar el espacio cerebral promedio necesario para codificarlo. Otros inventos humanos, como la escritura o los signos visuales, también han sido diseñados por simplicidad o selección cultural en el tiempo para así minimizar sus requerimientos cerebrales.
Mediante el uso de una serie de cílculos basados en la estimación de que las palabras mís complejas en el diccionario totalizan alrededor de 100.000 términos (en el idioma inglés), y que el número de palabras elementales estí por debajo de 60, Changizi fue capaz de concebir tres características presentes en los diccionarios mís eficientes (y en su contrapartida cerebral).
Ademís descubrió que el número total de palabras empleadas a lo largo de todas las definiciones en el diccionario (es decir el tamaño total del diccionario) cambia en relación al número total de niveles jerírquicos presentes. Los diccionarios óptimos deberían de tener aproximadamente siete niveles de jerarquía, según Changizi. Si sólo se usaran dos niveles se podría reducir el tamaño total de un diccionario en un 30% aproximadamente.
Adicionalmente un usuario encontrarí que hay progresivamente mís palabras en cada nivel jerírquico y que cada nivel contribuye principalmente a las definiciones de palabras que estín sólo un nivel por encima.
Changizi ha comprobado la valía de sus predicciones confrontíndolas con los datos procedentes de diccionarios reales. Así por ejemplo The Oxford English Dictionary y WordNet poseen las tres características que todo diccionario organizado económicamente tiene que tener según él. De este modo se economiza el espacio necesario requerido por el diccionario para definir un léxico.
Según Changizi, de alguna manera, en el transcurso de los siglos estos libros de referencia han alcanzado una organización prícticamente óptima. Esto habría que atribuirlo al hecho de que la presión de selección cultural en el transcurso del tiempo ha ido conformando la organización de nuestro léxico de tal modo que se requiera el mínimo espacio y energía mental.
Este profesor cree que su investigación tiene potenciales aplicaciones en el estudio del aprendizaje infantil. Los científicos podrían analizar cómo los estudiantes aprenden palabras del vocabulario y poder así desarrollar maneras de optimizar el proceso de aprendizaje.
Vinculan la conducta obsesiva con una mutación genética
Los ratones nacidos sin una proteína cerebral clave desarrollaron síntomas obsesivos compulsivos que desaparecieron cuando fueron tratados con medicamentos contra la ansiedad, lo que arroja nuevos indicios sobre los mecanismos cerebrales que puedan estar del desorden-
Un grupo de investigadores informó el miércoles de que los ratones que carecían del gen SAPAP3, que produce una proteína que ayuda a los nervios a comunicarse, se frotaban sus caras hasta hacerlas sangrar y desarrollaban una aversión a los espacios abiertos y soleados.
Creemos que no pueden controlarse , dijo Guoping Feng, especialista en genética molecular del Centro Médico de la Duke University, cuyo estudio fue publicado en la revista Nature.
Feng indicó que estas conductas se asemejan a las que desarrollan los humanos que padecen el llamado desorden obsesivo-compulsivo (DOC).
Ese trastorno de la ansiedad estí caracterizado por pensamientos intrusivos y conductas compulsivas reiteradas, como lavarse las manos con extrema frecuencia, que perjudican la vida diaria. El DOC afecta al dos por ciento de la población mundial.
El equipo de Feng centró su investigación en la función de la proteína producida por el gen SAPAP3 y creó roedores sin ese gen. Inicialmente eran normales, pero después de cuatro a seis semanas desarrollaron manchas en sus caras. Filmaciones mostraron la conducta compulsiva de los animales.
Anílisis posteriores mostraron que los ratones estaban excesivamente ansiosos. Cuando se los colocó en una caja oscura con una puerta que daba a espacios abiertos luminosos, los ratones normales salían pero los que carecían de la proteína optaban por mantenerse dentro de la caja.
Sienten que el espacio abierto es un ambiente mís arriesgado , explicó Feng durante una entrevista telefónica. Esta es una muestra mís de que aumentaron su ansiedad .
Cuando los investigadores restauraron el gen faltante, los roedores se comportaron de manera normal.
La fluoxetina, un medicamento contra la ansiedad comercializado por Eli Lilly bajo la marca Prozac y utilizado para tratar los síntomas de DOC en seres humanos, también alivió el problema.
Feng dijo que éste es el primer estudio en sugerir que un defecto en la parte del cerebro conocida como estriado puede provocar los síntomas de DOC.