RESPIRACION DE LOS HUMANOS

Publicado el 10/10,2008

RESPIRACIÓN EN HUMANOS

El aparato respiratorio en humanos comienza en las fosas nasales.                                                                                                                En ellas se aloja la pituitaria roja, muy irrigada, que calienta el aire y lo humedece.                                                                                       La pituitaria amarilla detecta la presencia en el aire de distintos tipos de moléculas                                                                                       y transmite esta información a los lóbulos olfatorios, que informarán de ello al cerebro.

El aire humedecido y limpio pasa por la faringe, que es una zona compartida con                                                                                           el aparato digestivo. En esta zona se encuentran las amígdalas,                                                                                                                       que son ganglios linfáticos con función defensiva, captando microorganismos                                                                                           para poner en marcha una respuesta inmune (defensiva) si fuera necesario.

El aire entra en la laringe a través de la glotis. La epíglotis es la estructurabn                                                                                                que tapa la glotis, con la finalidad de que no entre el alimento hacia el aparato respiratorio.                                                                         En la laringe aparecen las cuerdas vocales, que son repliegues conjuntivos que vibran,                                                                        emitiendo un tono.

 

El siguiente tramo es la tráquea, que es un tubo largo, de unos 12 cm, y ancho, de unos 2 cm. La tráquea debe permanecer abierta para asegurar el paso del aire. Para ello, unos cartílagos semicirculares le dan la resistencia suficiente como para evitar su cierre, debido a la presión que ejercen los tejidos adyacentes. La tráquea está bañada por una capa mucosa que capta partículas de polvo y tapizada por un epitelio ciliado que moviliza esta mucosidad hacia la faringe.

La tráquea se divide en bronquios. Son dos tubos que envían el aire a los pulmones. Están reforzados por cartílagos circulares. Los bronquios, ya dentro de los pulmones, se ramifican en bronquiolos.

Los pulmones son estructuras esponjosas, de color rosado. El pulmón derecho está constituido por tres lóbulos pulmonares. El pulmón izquierdo es más estrecho y tiene dos lóbulos. Por ello, el bronquio derecho se ramifica en tres bronquiolos primarios y el bronquio izquierdo se ramifica en dos bronquiolos primarios. Los bronquiolos primarios, a su vez, se ramifican en tubos secundarios y terciarios, que dirigen el aire hacia los sacos alveolares, compuestos de alveolos, que son las zonas donde se produce el intercambio gaseoso con la sangre.

 

 

Fisiología de la respiración

La ventilación pulmonar, o respiración fisiológica, se produce por dos movimientos, llamados inspiración y espiración. La inspiración consiste en la entrada de aire en los pulmones. La espiración es la expulsión del aire al exterior.

La respiración puede ser relajada o forzada.

  • La respiración relajada se realiza cuando el individuo lleva a cabo actividades de poco gasto energético o en reposo. El diafragma se contrae, bajando hacia el abdomen. Aumenta el volumen de la cavidad torácica, con lo que los pulmones se expanden y succionan aire del exterior. En este momento ya se ha producido la inspiración.
    Cuando el diafragma se relaja, los pulmones son presionados y expulsan el aire que contienen, desde abajo. Entonces se produce la espiración.

  • La respiración forzada se realiza cuando el individuo lleva a cabo una actividad energética fuerte. Los músculos torácicos elevan las costillas hacia delante. Con ello, aumenta el volumen de la cavidad torácica mucho más que en la respiración relajada. Se produce la inspiración.
    La espiración puede consistir, simplemente en relajar los músculos intercostales, con lo que el peso de las costillas vacía los pulmones. Puede ayudar la presión de músculos torácicos internos que presionan las costillas hacia los pulmones y la fuerza de los músculos abdominales, que presionan el abdomen hacia dentro, con lo que los pulmones se vacían desde abajo. Esta espiración se realiza al inflar un globo o tocar la trompeta.

 

El

El control de la respiración se efectúa en el bulbo raquídeo, activando o relajando los músculos que intervienen en la respiración. La variación de concentraciones de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre son los estímulos químicos que necesita el bulbo raquídeo para controlar la velocidad e intensidad de la respiración.

 

 
 
 

 


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